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Los primeros días de la primavera estarán marcados por el frío y la lluvia.
Asturias tendrá una primavera cálida tras un inverno muy seco y soleado

Asturias tendrá una primavera cálida tras un inverno muy seco y soleado

El Principado deja atrás un invierno «cálido» con temperaturas por encima de las habituales y lluvias un 40 por ciento inferiores a la media

EFE

Martes, 21 de marzo 2017, 14:49

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La primavera en Asturias será más cálida de lo normal y con valores normales de precipitación tras un invierno con muchas horas de sol, temperaturas 0,6 grados por encima de las habituales para la época y escasez de lluvias, que han sido un 40 por ciento inferiores a la media.

Aunque las dos primeras semanas de la primavera que acaba de empezar tendrán valores propios del invierno, con temperaturas por debajo de las habituales para el mes de marzo, nieve en cotas bajas y lluvia, la predicción apunta a que en abril, mayo y junio se recuperará la tendencia registrada en los meses de inverno y se registrarán temperaturas por encima de las normales.

Este avance de la predicción para la primavera y el balance climático del invierno han sido presentados hoy por el delegado de la Agencia Estatal de Meteorología (Aemet) en Asturias, Manuel Antonio Mora, que ha advertido de que el déficit hídrico acumulado no es preocupante y que aún puede se compensando si llueva algo más de lo habitual hasta el verano.

Entre diciembre y enero ha llovido ha llovido un 40 por ciento menos de lo habitual con lo que este invierno ha sido el cuarto más seco desde el año 1981. El invierno más seco fue el de 1993, con 67 milímetros, seguido por 2008 (154 mm), 2002 (198 mm) y 2017, con 234 milímetros.

Las temperaturas, por contra, se situaron 0,6 grados por encima de las normales en el Principado, aunque en el caso de Gijón la diferencia fue aún mayor ya que frente a los 10,5 grados de temperatura media, este invierno subió hasta los 11,5 grados.

Diciembre fue un mes muy cálido que de media tuvo una temperatura de 1,2 grados por encima de la media, y muy seco, con un déficit hídrico del 80 por ciento, situación que volvió a repetirse en enero, con un grado de temperatura más de la habitual y un 40 por ciento menos de lluvias. En febrero, el tiempo también fue caluroso (1,5 grados más), aunque las precipitaciones alcanzaron los niveles habituales por los temporales que hubo ese mes. La situación fue similar a la registrada el invierno del pasado año, pero muy distinta a la de 2015, ejercicio muy frío que batió récords de precipitaciones, según ha recordado hoy Mora.

La temperatura más baja de la temporada se registró en Leitariegos el 19 de enero, con 10,6 grados y la más alta en Mieres el 5 de diciembre (22,4 grados), mientras que la jornada más lluviosa se dio el 3 de febrero en Degaña, donde cayeron 75 milímetros, y la más ventosa, dos días después en Cabo Busto, con rachas de hasta 145 kilómetros por hora.

Mora ha señalado que este año sólo se ha registrado una efeméride. La estación de El Musel registró el nivel más bajo de lluvia desde 2001 (23,7 milímetros). En el caso de Oviedo, de los 45 días de media que suele llover durante el invierno, este año el agua sólo apareció 30 jornadas y en cantidades poco importantes.

Esto favoreció también que haya habido muchas horas de sol y de que, a pesar de que haya menos horas de luz que en el verano, en el aeropuerto de Asturias se registrasen en diciembre 171 horas de sol, tan sólo dos por debajo de las que de media se alcanzan en julio.

En cuanto al año hidrológico, que comenzó el 1 de octubre, la falta de lluvias y nieve han provocado que haya ya un déficit del 20 por ciento respecto a los valores habituales que sin embargo, podría compensarse durante la primavera si llueve más de lo normal.

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