La Universidad prevé que en 2020 todos los profesores acreditados tengan su plaza

«Esta es la mejor forma de que podamos garantizar un sistema justo, objetivo y eficaz en la dotación y promoción de plazas de profesores funcionarios». Son las palabras que el vicerrector de Organización Académica, Juan José del Coz, dirigió a los miembros del Consejo de Gobierno de la Universidad de Oviedo. Lo hizo el pasado día 17 antes de aprobar los criterios que regirán las próximas convocatorias de plazas. Unos criterios que, aseguró, «suponen un cambio en la forma y en el fondo de oír a toda la comunidad universitaria».

El texto, de hecho, recibió unas 300 sugerencias en sendas encuestas durante el proceso de exposición pública. En total, recordó en su presentación, casi cien documentos generados hasta llegar al que, posteriormente, sería aprobado. Aquello fue el principio. Ahora viene el desarrollo con los cálculos de aplicación ya hechos.

El actual equipo de gobierno de la institución académica asturiana maneja unas previsiones aproximadas a tres años vista. Pasan por estabilizar en sus plazas a los 225 docentes que el año pasado están acreditados, bien sea a profesor titular, bien a catedrático. En 2020 todos ellos tendrían que tener su plaza en propiedad. El objetivo, señala Juan José del Coz, es «teniendo en cuenta las limitaciones presupuestarias y los límites legales que impone la tasa de reposición vigente cada año» sacar el máximo número de plazas disponibles en una o varias convocatorias anuales. Y «para agilizar los procesos de promoción y estabilización del profesorado, se ofertarán el número máximo de plazas disponibles».

Los cambios

¿Qué ha variado en los criterios del profesorado respecto a lo que había hasta este año? El cambio más importante, señala el vicerrector, es «la filosofía del proceso», para aumentar su «transparencia» y establecer un «orden de prelación» en la dotación de esas plazas de profesores docentes. De esta manera, se ha pasado de un criterio basado en la promoción o dotación de una plaza de un candidato a lo mismo, pero en un área de conocimiento.

Hasta el momento se contemplaban tres grandes grupos y se ordenaban a los profesores acreditados en cada uno de ellos. Es decir, por antigüedad en la acreditación del candidato (tanto para titular como para catedrático); por estructura de la plantilla de las áreas y número de acreditados (en este caso únicamente para los catedráticos); y, por último, había un 10% de las plazas que eran de libre disposición para el rector. O dicho de otra manera, el máximo responsable universitaria decidía en la adjudicación de esas plazas.

Esta nueva filosofía recién aprobada destierra cuestiones como que ahora para los profesores titulares únicamente se tenía en cuenta la antigüedad en la acreditación. «Es un procedimiento multicriterio que no pretende beneficiar ni perjudicar a nadie sino servir de herramienta conocida y aceptada por toda la comunidad antes de proceder a la convocatoria», asevera Del Coz. Es más, este hecho, ese conocimiento y aprobación previa «se realiza por primera vez en esta Universidad». Además, ahora no habrá ningún tipo de reserva para el máximo responsable universitario.

Por cierto que uno de los criterios rechazados en la votación del pasado día 17 fue el planteado por el equipo rectoral. Pretendía que se valorase la acreditación para impartir la docencia bilingüe, pero los miembros del Consejo de Gobierno universitario decidieron por mayoría su eliminación «al ser un criterio nuevo y que nunca se había considerado».

Proceso en marcha

El número de plazas que salieron el año pasado fueron unas 40, de acuerdo, aseguran desde la Universidad, con el 100% de tasa de reposición aprobada por el gobierno. Una tasa que podría alcanzar su punto máximo, según las previsiones que maneja el equipo rectoral (y que se recogen en la gráfica adjunta), en 2019, con entre 50 y 100 plazas.

En estos momentos, se está preparando una Oferta Pública de Empleo (OPE) con la convocatoria de un total de 85 plazas. El reparto será el siguiente: en lo que respecta a las plazas de promoción, se sacarán un total de 39 de catedráticos, de las que el 7% se reservarán por discapacidad.

Por lo que respecta a las plazas de nueva creación, la Universidad de Oviedo sacará siete plazas de profesor contratado doctor con el certificado I3 (el destinado a los que provienen de la convocatoria del programa Ramón y Cajal y que por ley hay que reservar un 15%), y otras 39 que irán para profesores titulares. También aquí habrá, como es preceptivo, un 7% de reserva por discapacidad.