La decisión de los usuarios no queda reflejada por escrito

La metodología es bastante rudimentaria para los tiempos que corren. Desde un servicio quirúrgico se llama al paciente para comunicarle que su operación, por la que posiblemente lleve esperando más de seis meses, se va a llevar a cabo en un hospital que no es el suyo. Por lo general, a los pacientes de Oviedo se les ofrece ir a Cangas del Narcea, a los de las Cuencas a Cruz Roja, en Gijón, y a los de Cabueñes, a Jarrio. Por lo general, los pacientes son conminados a responder en el momento, sin tiempo siquiera para meditarlo y, mucho menos, consultarlo con su especialista. Este es el proceder habitual cuando el Sespa quiere realizar 'tajos' a sus demoras de más de medio año. El problema es que, según reconoce la propia Consejería de Sanidad en una respuesta por escrito a Podemos, de todo eso no queda constancia por escrito. Ni de las llamadas del Sespa, ni de las respuestas de los pacientes.