Secciones
Servicios
Destacamos
MARCO MENÉNDEZ
Viernes, 21 de abril 2017, 04:15
Necesitas ser suscriptor para acceder a esta funcionalidad.
Compartir
El Principado esperará a conocer el contenido del Plan director de abastecimiento de agua en Asturias para el periodo 2017-2037 para acometer una futura revisión del impuesto que penaliza el consumo excesivo y que ya viene siendo aplicado desde 2014, así como de las tarifas en general.
Este plan tiene como objetivo catalogar todos los recursos hídricos de la región, las instalaciones existentes y estimar las demandas de agua que se puedan producir en un futuro. Se definirán, programarán y valorarán económicamente las obras hidráulicas necesarias para garantizar los niveles de prestación del servicio durante los 20 años de vigencia del plan. Entre otras cosas, también se hará una valoración económica de las infraestructuras de captación, tratamiento, regulación y transporte del agua para paliar las carencias que se detecten. Así se podrán definir y planificar las necesidades de un recurso que no es tan abundante como se piensa.
El documento incluirá también medidas de concienciación social, educativas y publicitarias, así como «la formulación de un modelo de tarifa que fomente el uso responsable, incrementando el control sobre el caudal de agua consumido en cada punto de suministro e impulsando iniciativas que desincentiven el gasto innecesario», según explicó el director general de Calidad Ambiental del Principado, Manuel Gutiérrez, en la mesa redonda 'Agua, sociedad, divulgación', que se celebró anteayer en el paraninfo de la Universidad de Oviedo.
Es más, con el objetivo de potenciar un consumo responsable, las autoridades regionales ya redefinieron en 2014 el canon de saneamiento, potenciando ese uso racional y eficiente del agua. Gutiérrez recordó que «la Ley del Principado de Asturias 1/2014, de 14 de abril, del Impuesto sobre las Afecciones Ambientales del Uso del Agua, que redefinió el anteriormente denominado canon de saneamiento, potencia el uso racional y eficiente del agua a través de distintos mecanismos: fijando una cuota variable más elevada a partir de un nivel de consumo de agua que se considera el umbral máximo de uso racional del recurso; y en el caso de usos industriales, estableciendo que la base imponible se determine en función de la carga contaminante. Además, el tributo se configura como un impuesto ambiental, entendiendo que la carga no responde a la prestación de un servicio sino al principio de que 'quien contamina paga' y de que las mejoras ambientales a las que se destinan los recursos económicos obtenidos repercuten en la sociedad».
Por su parte, la presidenta de Foro Asturias, Cristina Coto, aseguró que va a rechazar la idea de establecer un impuesto para el consumo del agua en Asturias. «Si el Gobierno de Javier Fernández quiere cobrar por los excesos de consumo de agua que empiece por aquellos que lo realizan y que parecen conocer, pero que no penalicen a todos solo para recaudar».
«En Asturias todo pasa por crear impuestos, nunca por intentar implementar alguna medida racional que permita nuestra salida de la decadencia en la que estamos inmersos estimulando el crecimiento económico», lamentó Coto que se preguntó «¿cómo se va a calcular cuándo un consumo tiene carácter excesivo o derrochador? ¿O es que simplemente se va a aplicar una tarifa progresiva sin tener en cuenta las situaciones personales, familiares y empresariales o profesionales?».
Publicidad
Publicidad
Te puede interesar
El cántabro que inventó la Vuelta
El Diario Montañés
Publicidad
Publicidad
Reporta un error en esta noticia
Comentar es una ventaja exclusiva para suscriptores
¿Ya eres suscriptor?
Inicia sesiónNecesitas ser suscriptor para poder votar.