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Restos del oso encontrado en Moal el 7 de enero.
La tardanza de las necropsias de osos preocupa al Principado

La tardanza de las necropsias de osos preocupa al Principado

El Serida realizará otro análisis al cadáver hallado en Moal y que habría muerto por comer hongos venenosos

MARCO MENÉNDEZ

Domingo, 30 de abril 2017, 00:43

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El tiempo que se toma el equipo de Juan Francisco García Marín, catedrático de Anatomía Patológica de la Facultad de Veterinaria de la Universidad de León, para enviar la Principado las necropsias de los cadáveres de osos hallados en Asturias preocupa a la Consejería de Desarrollo Rural y Recursos Naturales. Por ello, las tres últimas necropsias, las correspondientes a una cría encontrada, el 2 de abril, en Somiedo, y la de una pareja de adultos que apareció el pasado día 20 en Combo (Cangas del Narcea), fueron realizadas en las instalaciones del Serida.

Los retrasos en el trabajo de Juan Francisco García Marín se agudizaron desde que hace un año fuera nombrado rector de la Universidad de León, lo que sin duda le resta tiempo para realizar estas necropsias. Pero, aunque estos análisis se realicen ahora en el Serida, el Principado aún no ha tomado una determinación sobre dónde se harán en un futuro.

Lo que sí parece claro es que la necropsia realizada al oso adulto encontrado en Moal (Cangas del Narcea), el pasado 7 de enero, y que dio como resultado que el plantígrado había muerto de «una intoxicación aguda-subaguda por consumo de hongos del género amanita y un shock endotóxico final», no convenció al Principado ni a las organizaciones conservacionistas.

La consejería ha decidido que se haga un estudio complementario al cadáver del animal en las instalaciones del Serida, habida cuenta de que apenas hay referencias en todo el mundo de que un plantígrado haya fallecido por el consumo de setas venenosas. Así lo considera Guillermo Palomero, presidente de la Fundación Oso Pardo, quien indicó que «es la primera vez que oímos algo así. En el rastreo bibliográfico que hemos hecho, no encontramos precedentes». Además, apunta que los hongos tienen un peso muy pequeño en la alimentación de los osos y se ha detectado en osos pardos americanos, pero en otoño». Por eso, Palomero defiende que «se profundice en los análisis del cadáver, porque confundir un tóxico con otro no es difícil. Sin negar que pueda ser eso, conviene profundizar».

Más tajante fue Roberto Hartasánchez, presidente del Fondo Asturiano para la Protección de la Fauna Salvaje (Fapas), quien apunta que «no es creíble» y menos «en enero». También rechaza que el oso muriera entre 15 y 72 horas antes de ser encontrado, porque «la zona donde apareció estaba a seis bajo cero, era un congelador desde hacía días. El animal estaba en fase de descomposición».

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