Borrar
Las temperaturas se desploman hasta 10 grados en Asturias

Las temperaturas se desploman hasta 10 grados en Asturias

El mercurio cae hasta los 18 grados tras las altas temperaturas registradas en las últimas horas | La Aemet prevé fuertes tormentas para el domingo y el martes

M. M. / E. C.

Jueves, 22 de junio 2017, 15:00

Necesitas ser suscriptor para acceder a esta funcionalidad.

Compartir

La ola de calor, que ayer dejó en Asturias temperaturas de hasta 36,3 grados en Amieva, ha finalizado. Los termómetros han descendido hoy hasta diez grados en algunos puntos de la comunidad. La caída de las temperaturas ha ido acompañada también de las primeras lluvias.

El mercurio raramente ha superado los 20 grados antes del mediodía en Asturias. La temperatura se ha desplomado en Gijón, que ha pasado de los 29,2 grados de ayer a los 19,5 que registraba hoy la estación meteorológica del Campus de Viesques. El descenso térmico se ha hecho notar especialmente en Oviedo, donde el mercurio ha caído hasta los 17,9 grados. Apenas 24 horas antes los termómetros registraban 31,1 grados.

El Principado deja atrás una primavera que fue muy cálida, con una temperatura media 1,2 grados superior a la normal, y seca, con un déficit de precipitaciones de un tercio sobre lo habitual (solo se recogieron 221 litros por metro cuadrado), afronta ahora un verano que será más caluroso de lo normal, si bien los modelos matemáticos no indican ninguna tendencia en cuanto a las precipitaciones. Así lo indicó ayer el delegado de la Aemet en Asturias, Manuel Mora, quien también aventura mayor insolación para los meses de julio, agosto y septiembre. Y es que no hay que olvidar que lo normal en cada uno de esos meses es que llueva siete días y la temperatura media sea de 23 grados.

Pero la llegada del verano a Asturias será convulsa, pues parece que nos esperan unos días muy agitados. El caso es que existe una zona de bajas presiones en altura frente a Portugal que se espera afecte al Principado con la llegada de vientos frescos del Oeste. Si bien hoy comenzará un notable aumento de la nubosidad, con algunas lloviznas y un descenso acusado de las temperaturas, a partir del sábado se espera un empeoramiento. Manuel Mora indicó que «es posible que entre el domingo y el martes haya cambios importantes, con tormentas fuertes». Eso sí, la situación se volverá a normalizar a mediados de semana, aunque hay que estar alerta sobre las posibles descargas eléctricas ya que, por ejemplo, el pasado 25 de mayo cayeron sobre la región 1.673 rayos, llegando a 6.099 en todo un mes con importante actividad tormentosa.

El verano se adelanta

La ola de calor que soportó estos días Asturias «no es algo excepcional», según Mora, que recordó que hace cuatro años también se decretaron avisos amarillos por el calor en la región. En esta ocasión, el delegado de la Aemet indicó que, «aunque la ola de calor afectó a la península, en Asturias, debido a la influencia marítima, hubo una cobertura de nubes bajas e, incluso, orbayu, que protegió el litoral. Solo los dos últimos días desaparecieron esas nubes por el empuje de la masa de aire cálido».

También quiso diferenciar Manuel Mora entre las sequías meteorológica, hidrológica y agrícola: «En la Aemet lo que vemos es que en lo que llevamos de año hidrológico hay un déficit de precipitaciones del 30%. Pero no hay una tendencia clara». También considera «arriesgado» atribuir estos episodios de calor al cambio climático, aunque añadió que «los estudios apuntan a que el verano tiende a adelantarse y a prolongarse un poco más al final».

Lo que está claro es que esas elevadas temperaturas y escasas lluvias, anormales para esta época del año, no afectan solo a los ciudadanos, que han de soportar el calor y estar avisados ante la situación de prealerta declarada por la Confederación Hidrográfica del Cantábrico para ahorrar en el suministro de agua en usos no prioritarios. El campo asturiano, tanto la agricultura como la ganadería, lo sienten de manera muy directa. José Ramón García Alba, secretario general de UCA, apunta que ya se están viendo afectados los cultivos de faba y maíz y, aunque indica que aún no hay graves problemas con los pastos, «hay que estar pendientes por si no llueve en agosto y septiembre». «Tendremos que comprar forrajes para el ganado, pero también habrá problemas en las fuentes de los pueblos, a los que habrá que abastecer de agua», añade.

Fernando Marrón, coordinador de USAGA, tiene una ganadería extensiva, con lo que «saco a las vacas todos los días a pastar y necesitan más agua y zonas de sombra». Asegura que la producción lechera baja, sobre todo en las producciones intensivas, es decir, en las que las vacas están estabuladas, porque «son cuadras cerradas, aunque pueden tener alguna fachada con un toldo. Pero en el interior hay mucho calor y por eso se ponen unos ventiladores y aspersores que refresquen a los animales».

El problema, advierte, es que las vacas «sufren mucho estrés por calor», llegando a producirles «abortos, porque se fatigan mucho. En Asturias tenemos esta situación unos días, pero en el Sur el estrés por calor es uno de los grandes problemas. El ganado aguanta mejor el frío, porque tiene mucha grasa corporal y una piel gruesa».

Reporta un error en esta noticia

* Campos obligatorios