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Un ganadero observa la extinción, en el Pozo de las Mujeres Muertas, en Cangas del Narcea.

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Un ganadero observa la extinción, en el Pozo de las Mujeres Muertas, en Cangas del Narcea. DAMIÁN ARIENZA

El campo se defiende y atribuye el fuego a la falta de limpieza del monte

«Es todo maleza y no nos dejan ni cortar una vara», lamenta Cruzado. Usaga urge cambiar la política forestal de «los últimos 25 años»

RAMÓN MUÑIZ

GIJÓN.

Miércoles, 18 de octubre 2017, 04:22

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«Los incendios forestales en esta comunidad autónoma se encuentran relacionados con actividades de regeneración del pasto». Esta es una conclusión que la Fiscalía asturiana acostumbra a recordar en sus memorias anuales. La estadística la respalda. Según la última Estrategia integral de prevención y lucha contra los incendios forestales, entre los años 2000 y 2012 el 62,08% de los incendios esclarecidos fueron provocados «por campesinos para eliminar matorral y residuos agrícolas» o ganaderos «para regenerar el pasto».

Desde el ecologismo hay asociaciones que ponen el foco en estos datos, piden mano dura y que se termine una supuesta «ley del silencio» que impide denunciar al vecino que se sabe puso la primera llama. El problema tiene también otras variables. La propia memoria de la Fiscalía, tras analizar la plaga de fuegos de finales de 2015, descubrió que el Principado «carece de un protocolo integral en materia de prevención de incendio». La estrategia integral ya citada, admite que los bomberos tardan cada vez más en llegar al lugar del fuego. Los ganaderos y agricultores tienen también otros a los que señalar.

«Un medio rural abandonado a su suerte, con unos pueblos vacíos y matorralizados son las condiciones perfectas, junto con una mano negra que inicie la 'chispa' y suceda lo que pasó», diagnostica Fernando Marrón, coordinador regional de la Unión de Sectoriales Agrarias de Asturias (Usaga). «Podemos buscar culpables y condenarlos, si es que se encuentran, pero lo cierto es que si no cambiamos entre todos el rumbo que se ha seguido en los últimos 25 años en el medio rural asturiano y en las políticas forestales los incendios serán cada vez más virales y destructivos», señaló en un comunicado.

«Estos días no he visto a ningún ecologista aquí; ganaderos tirando de cubos y mangueras sí, gente que ha visto quemar el silo para todo el año también», advierte Mercedes Cruzado, secretaria general del sindicato Coag. «Si hubieran venido sabrían que los sitios donde ha quemado son imposibles para pastar», asegura. Cruzado encuentra entre las causas de los incendios una gestión del medio rural hecha a espaldas de los habitantes del lugar y que los constriñe. «Todo se catalogó como espacio protegido, gracias al trabajo de muchos siglos de unos vecinos a los que ahora no les dejan hacer nada; en Cangas del Narcea si viene tu familia y quieres enseñarles el ganado, al no ser vecinos te pueden sancionar; ni cortar una vara te dejan», agrega. La representante sindical lamenta que «todo ahora es matorral, y no puedes hacer nada porque está prohibido».

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