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Priscilla pisa fuerte en el Antroxu de Oviedo

Priscilla pisa fuerte en el Antroxu de Oviedo

El desfile resiste a la tenue lluvia y el frío, que los concursantes aguantaron estoicamente

Idoya Rey

Sábado, 21 de febrero 2015, 18:56

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A la hora prevista para el comienzo del desfile que cada año en Carnaval recorre las calles del centro de la ciudad, el cielo estaba completamente encapotado. A esa hora, cuando las manecillas del reloj marcaban las seis en punto de la tarde, caían algunas gotas sobre los primeros en arrancar el recorrido. Bueno, sobre los segundos. Porque quien encabezaba la comitiva que salió de la losa de Renfe era la sardina que contaba los últimos minutos antes de su entierro. Tras ella, algo de lo que se vio durante todo el desfile: algunos chubasqueros transparentes protegiendo los trajes de la charanga Los Restallones.

Las paisanas de las brañas teverganas que les seguían lucían asimismo plásticos protectores de la lluvia, que respetó casi todo el recorrido. «Esperemos que no empiece a caer muy fuerte porque nuestras plumas quedarían fatal», comentaban unos cisnes y pavos reales del Campo de San Francisco. El grupo del centro social de La Tenderina, uno de los últimos en abandonar el punto de partida casi hora y media después del comienzo del desfile, eligió la historia de la arboleda ovetense como motivo de su disfraz. Estaban desde los osos Petra y Perico hasta la Torera con su caballo para inmortalizar sobre sus lomos a todos los niños ovetenses, las vendedoras de castañas y de helados, la fecha sobre verde que cambia cada día, y la fauna del estanque de los patos. Y, como no, la reina del Campo de San Francisco este año: la estatua, esta vez viviente, de Mafalda.

No fue el único grupo que escogió la temática local como opción. El pasado año los cambios en el plan de Movilidad tuvieron, y aún tienen, a los vecinos algo desubicados. Por eso, los participantes en el taller de carnaval del centro social de Trubia quisieron dejar claro cuál era su itinerario. Unos autobuses de todas las clases entre cuantos se ven en la ciudad microbuses, dobles y hasta los más modernos de color negro viajaron desde el valle hasta el centro centro. Desde Trubia a La Catedral, anunciaban sus indicadores. «Hemos estado dos meses preparando los disfraces», explicaban desde dentro del autobús los pasajeros que iban desde los 11 a los 80 años de edad.

Más o menos el mismo tiempo que empleó la Asociación Cultural Os mesmos de sempre, de Tapia de Casariego, en preparar su espectacular despliegue de Antroxu. Priscilla, la reina del desierto llegó ayer por la tarde a Oviedo con hasta tres pasos, con drag queens encaramados en altas plataformas y hasta 40 personas completamente metidas en su papel. Y de papeles, de los de cine, iba también otro de los grupos concursantes que más llamó la atención. Una carroza dedicada al cine llegada desde Castiello de Bernueces, en Gijón. Estaba Marilyn Monroe, la niña de El exorcista que desaparecía en los infiernos del paso, los personajes de El Mago de Oz y muchos otros personajes de la industria cinematográfica.

El grupo de cinéfilos era numeroso, al igual que unos hippies del centro infantil Escolín de Colloto o los protagonistas de Mary Poppins llegados desde Luarca. Un mundo de lego, emoticonos, un paseo por las folixas asturianas, Alicia y su país de las maravillas o una geisha con un vestido y peluca fabricado completamente con globos.

También hubo humor en tiempos difíciles. Desde León, por segundo año consecutivo, llegó una grupo de amigos sin hogar frente a las golosas tarjetas bancarias.

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