La alcaldesa de Langreo ve «difícil» pactar un presupuesto para este año

Era uno de los objetivos a lograr en el comienzo de este 2015: negociar con «todos» los grupos y acordar un presupuesto para el presente ejercicio, el de 2015. La alcaldesa de Langreo, la socialista María Fernández, ha confirmado a EL COMERCIO que su equipo de gobierno se va a poner en ello, pero se mostró poco optimista al respecto. «Veo muy complicado llegar a un pacto para aprobar la cuenta municipal para este año», declara la regidora. Apunta a que uno de los grupos -no lo menciona, pero se refiere al de Izquierda Unida- ya ha mostrado «su rechazo» a llegar a acuerdo alguno, cuando la coalición de izquierdas ha sido el tradicional apoyo en este mandato, tanto para sacar adelante las ordenanzas fiscales como para los presupuestos. La frágil unidad se rompió cuando el PSOE concertó tasas e impuestos con el Partido Popular.

Además de las complicaciones generadas con los tortuosos equilibrios de poder en el Ayuntamiento, la alcaldesa señala que en un año electoral, como este 2015, se hace todavía más complicado cerrar un acuerdo presupuestario cuando se gobierna en minoría, como es el caso.

Los socialistas ya tienen redactado un borrador desde finales del año pasado. El proyecto contable asciende a casi 27 millones de euros y sigue una línea continuista con las propuestas de los ejercicios anteriores. La regidora ya informó de que se trata de unas cuentas en las que prima el mantenimiento del empleo público, de los servicios municipales y que están dirigidas a garantizar las coberturas sociales. Indicó que también hay una partida de inversión, aunque no muy amplia.

Y es que la práctica totalidad de la cuenta se destina a sufragar el gasto corriente, pero aún queda una pequeña partida de unos 700.000 euros que se podrá destinar a diferentes inversiones. Fernández señala que no es una partida para «tirar cohetes», pero que de esta manera siempre queda un pequeño margen para mejoras en el concejo.

Los últimos años se han caracterizado por la ausencia de grandes proyectos y este ejercicio se quiere seguir en la misma línea. Uno de los planes es que parte del dinero se dedique a suplir algunas de las necesidades de los distintos núcleos y retomar el plan informático, iniciativa puesta en marcha por la anterior alcaldesa, Esther Díaz, y cuya gestión está en entredicho desde que la Fiscalía abriera diligencias después de que se abonasen las facturas a la empresa adjudicataria, aunque no concluyese los trabajos.

Distancia política

Como ya se ha mencionado, en el último Pleno de Langreo del año quedó patente la brecha que se ha abierto entre el grupo del gobierno local (PSOE) y los partidos de la izquierda, tradicionales apoyos políticos en el Ayuntamiento. La fricción parte del acuerdo adoptado entre socialistas y populares para sacar adelante una alegación dirigida a reducir un 5% el Impuesto de Bienes Inmuebles (IBI) en el tramo urbano. Este pacto con el PP también contempla la creación de un fondo de al menos 50.000 euros para crear un IBI social en beneficio de las familias sin recursos. Fue este apartado el que daba pie a Izquierda Unida y al Frente de la Izquierda para vaticinar un acuerdo posterior para aprobar el presupuesto, ya que esa bolsa se tiene que contemplar en las cuentas municipales.

En esa sesión, tanto la alcaldesa como y el portavoz popular se apresuraron a calificar el pacto de «puntual» para resolver un problema concreto como el incremento previsto para el IBI tras la falta de acuerdo de los grupos en el Pleno de noviembre, queriendo despejar cualquier duda que se pudiera generar sobre la acusación de los grupos que conforman la izquierda política.