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Marta Varela
Miércoles, 3 de junio 2015, 00:20
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La empresa contratada por el Ayuntamiento de Langreo para rebajar en casi un metro la altura de una casa en el distrito de Barros, en cumplimiento de una orden judicial, trabaja a buen ritmo y los avances de las obras ya son ostensibles desde el exterior. De la vivienda hubo que desalojar la semana pasada a las tres hermanas que vivían en ella,
Mientras, las tres mujeres están viviendo en el hotel Vaqueros, cuyos gastos sufraga el Ayuntamiento, que habría otorgado la licencia de obra para subir la altura que ahora se está rebajando por orden judicial. Manuela, Ana y Herminia se quejan, en todo caso, de que el Consistorio no están cumpliendo lo que «nos prometieron. Hemos ido a hablar con ellos y no nos reciben». Aseguran que «no se hacen cargo de nuestra ropa y nos dicen que la lavemos en casa, pero no está habitable». La familia ya ha solicitado una vivienda de emergencia.
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