200 metros en cuesta y sin aceras

Sólo son doscientos metros, pero muy inseguros. Es el recorrido que, de lunes a viernes, y dos veces al día, tienen que hacer cuarenta alumnos del colegio Santa Eulalia de Ujo para acudir a sus clases.

El motivo, incomprensible para los padres, es que la dirección del centro no deja entrar al autobús que los traslada al recinto escolar para maniobrar y dar la vuelta El motivo: preservar la seguridad del centro escolar y del resto de sus alumnos.

Entonces, dado que el autobus no tiene espacio para maniobrar se ve obligado a dejar a los alumnos en las cercanías de la estación de Renfe. Desde esa zona, los cuarenta niños son acompañados por una sola cuidadora durante los doscientos metros que les separan del colegio.

Los padres, por su parte, consideran que una sola persona para niños tan pequeños es cuanto menos «temeraria» y, además, apuntan que «hay días que llueve, hace frío y el tramo se hace largo y costoso sobre todo para los niños más pequeños».

El recorrido es corto, pero según estos padres, está «lleno de peligros». De hecho, se trata de un tramo en cuesta, sin aceras adecuadas para caminar por lo que lo hacen «prácticamente por la carretera», lo que a juicio de los padres supone «un peligro constante» para los estudiantes y, además, durante dos veces al día.

Dos años de peligro

Cansados de esta situación, que comenzó hace cerca de dos años, desde hace quince días los padres de los alumnos afectados han comenzado a pedir responsabilidades a las distintas administraciones local y regional.

Así, tras poner los hechos en conocimiento de las concejalías de Educación y Transportes mierense, aseguraban ayer que «les daremos un mes más o menos para buscar una solución». «En caso contrario, iniciaremos las movilizaciones», concluyeron.