Un castro romano en el pozo Figaredo

Ocurrió hace unas semanas, cuando los técnicos de Hunosa se encontraban en la parte alta del pozo Figaredo. En concreto, en la escombrera que la hullera está adecuando para reforestar su superficie con el fin de poder vender madera y generar biomasa. El motivo de su visita era estudiar qué posibilidades hay de restaurar el antiguo cargadero que trasladaba los estériles del pozo hasta este alto. Pero, una vez allí, se encontraron con una gran sorpresa: hallaron restos de un posible castro, una fortaleza de la época romana.

Tal y como ha podido saber ELCOMERCIO, la zona ya ha sido explorada por un arqueólogo y, a expensas de iniciar un estudio en profundidad, lo que conllevará la posible excavación, el castro se encuentra delimitado por una cinta para evitar el acceso. Los restos localizados hasta el momento se encuentran en dos lugares diferentes: el de mayor tamaño se halla a la derecha del conjunto de castillete y cargadero, y el segundo, donde los primeros indicios apuntan a que puede albergar un foso defensivo, está unos metros más atrás del primero.

Tras este descubrimiento, la intención de Hunosa es rehabilitar el castillete, donde está previsto colocar a modo de recreación una vía y vagón de carbón, pero también la zona del castro con el objetivo de que ambas zonas puedan ser visitadas por el público en general. De hecho, este proyecto ya se encuentra en fase de redacción y, una vez listo, será remitido a la Consejería de Cultura para que determine el uso que la hullera puede dar a estos restos. La empresa confía en que Cultura apruebe su idea.

Explotar la del Candín

Los planes de la hullera respecto a la escombrera de Figaredo pasan por aumentar su explotación dos años más. La previsión era finalizar en 2018, pero a día de hoy se están realizando catas y sondeos que apuntan a que el plazo podría ampliarse.

Paralelamente a estos trabajos en Figaredo, los responsables de Hunosa están estudiando otras posibles escombreras para su explotación. La mejor posicionada, tanto por su tamaño como por su acceso, es la del pozo Candín, en Langreo. Sería la primera vez que la hullera pública se decanta por explotar una escombrera en la comarca minera del Nalón. Si no lo había hecho hasta ahora es porque los costes de traslado de los estériles a la central térmica de La Pereda aumentan debido a que esta zona está algo más alejada.

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