Secciones
Servicios
Destacamos
MARTA VARELA
Miércoles, 24 de agosto 2016, 00:27
Necesitas ser suscriptor para acceder a esta funcionalidad.
Compartir
El olor a una buena taza de café caliente desaparece de La Tabierna; montañeros, cazadores y senderistas ya no podrán contar más con la siempre agradable hospitalidad de Juan Ramón Suárez Megido, 'el de Monín'. En la mañana de ayer era localizado sin vida el cuerpo de este conocido ganadero allerano, de 78 años. Todo parece indicar que su fallecimiento se originó en un encontronazo con un toro, animal que no era de su propiedad. Al menos eso apuntan las primeras investigacione, aunque su cuerpo fue trasladado -para realizar la autopsia y saber a ciencia cierta qué sucedió- al anatómico forense de Oviedo, desde donde se prevé que a lo largo del día de hoy sea trasladado al tanatorio de Moreda para que familiares y amigos puedan darle su último adiós.
La sospecha de que pudiera haberle ocurrido algo surgió entre sus familiares en la mañana de ayer. El ganadero no había avisado de que se quedaba a pasar la noche en su cabaña de la majada de La Tabierna y al no recibir tampoco noticias suyas a lo largo de la mañana comenzaron a preocuparse. A mediodía unos jóvenes que pasaban por la zona localizaban al ganadero; ya estaba muerto. Hasta el monte Cima, donde se ubica la majada de La Tabierna se desplazó un grupo de Intervención en Montaña de la Guardia Civil de Mieres y una patrulla de Moreda, además del juez y el forense. Solo se pudo certificar su muerte.
Se da la circunstancia de que unos días atrás Juan Ramón Suárez Megido, 'el de Monín' comentaba con algunos amigos que subieron hasta la cabaña respecto al animal que, todo apunta, le causó la muerte, que «ese toro no es de fiar». Y todo hace indicar que así fue. En la pradera cercana a la cabaña de Juan Ramón Suárez Megido se localizaron rastros de sangre, «del ataque del toro», explicaba un conocido de la víctima. El ganadero estaba sentado a la entrada de la misma. El accidente habría ocurrido, en principio, en la tarde del lunes.
Soltero, era un hombre muy familiar y cariñoso, aunque desde muy pequeño tuvo que afrontar graves golpes en su vida. Se cree que su padre es una de las personas que están enterradas en la fosa común de Cabacheros, en Felechosa.
«Que su recuerdo perviva»
La noticia conmocionó al concejo allerano donde Juan Ramón Suárez Megido era una persona muy conocida y querida por todos. Era uno de los ganaderos más veteranos y en está época del año era habitual verlo en su cabaña, que se convertía en un hogar para que los montañeros, cazadores y amantes de la montaña pudiesen resguardarse si lo necesitaban.
Lo primero que se apreciaba al acercarse a su cabaña era un intenso olor a café. «Le encantaba hacer café en su cabaña e invitar a los que pasaban por la zona», explicaban ayer. Muchos le recordaban en las praderas de la majada mirando con los prismáticos a su ganado; conocía a cada una de sus reses. Los teléfonos de amigos, familiares y de hosteleros de Felechosa, de donde era natural, no dejaron de sonar comunicando la triste noticia a lo largo del día de ayer. Nadie podía creérselo. Juan Ramón Suárez Megido era una de esas personas que se hacía querer.
«No sabía poner una mala cara a nadie», indicaban ayer en Felechosa, donde ya ayer se hablaba de hacer algún tipo de homenaje para que su recuerdo perviva; algo relacionado con la montaña, su gran pasión.
Publicidad
Publicidad
Te puede interesar
La hora que separó a una madre y su hijo de morir juntos en Palencia
El Norte de Castilla
Publicidad
Publicidad
Reporta un error en esta noticia
Comentar es una ventaja exclusiva para suscriptores
¿Ya eres suscriptor?
Inicia sesiónNecesitas ser suscriptor para poder votar.