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M. VARELA
Sábado, 11 de febrero 2017, 00:19
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Alimentar a las palomas en la vía urbana es sancionable en el concejo de San Martín del Rey Aurelio. Ayer, la Alcaldía distribuía por numerosos puntos del concejo un bando municipal en el que tras «comprender y compartir el cariño hacia los animales» hace saber que «algunos comportamientos están generando molestias entre la ciudadanía y suciedad en nuestras calles y edificios».
Ante esto, se recuerda a los vecinos que «está prohibido alimentar en los espacios públicos a todo tipo de animales (perros, gatos y paloma...)». El bando incide en que estos alimentos incontrolados «se convierten en alimento de roedores y favorecen la excesiva concentración de palomas que generan un volumen elevado de excrementos, provocando daños en edificios, y también afecta a personas con problemas respiratorios o alergias».
Quien persista, pese a ello, en alimentar en las calles del municipio a estos animales será objeto de multas que van desde los 60 euros hasta los 150 euros.
Guerra a las chabolas
El Ayuntamiento de San Martín del Rey Aurelio, por otro lado, ha tramitado 36 órdenes de ejecución para la erradicación del chabolismo vinculado a huertas y fincas periurbanas, de acuerdo al Plan Integral de Limpieza puesto en marcha hace un año. Los propietarios de las fincas cuentan con un plazo de tres meses para afrontar las reformas.
Retirar somieres reutilizados en cierres, sustituir la uralita de las techumbres por teja, retirar plásticos y bidones y limpiar con carácter general el terreno son los más comunes de los requerimientos que la Oficina Técnica de Urbanismo ha trasladado a los propietarios de las parcelas afectadas. Se ordena también la demolición o rehabilitación de chabolas o invernaderos que no reúnen las condiciones adecuadas.
Los titulares de estas 36 parcelas han aceptado las exigencias municipales y ya han comenzado a acometer las obras que se ordenan para cada caso, las cuales se supervisarán para comprobar su resultado. Atañen principalmente a los pueblos de Arbexil, Escobio, San Martín, Ronzón, Sienra, El Sutu o La Isla.
«Con esta iniciativa pretendemos reducir el impacto visual que provocan estas construcciones en el entorno urbano en aras de preservar y potenciar nuestro patrimonio natural y paisajístico, que consideramos un activo para el desarrollo futuro del municipio», explicó el concejal de Medio Rural, Luis García Calvo.
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