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A. FUENTE
Jueves, 6 de abril 2017, 00:20
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El alcalde de Aller y los cinco ediles que formaban parte del grupo municipal socialista registraron ayer su renuncia a permanecer en esta formación y su petición de pasar a ser concejales no adscritos. El regidor, David Moreno, señala que ha dado este paso «con mucha tristeza»; y es que se considera, a pesar del expediente de expulsión abierto por la Federación Socialista Asturiana (FSA) -al abrírsele juicio oral por un presunto caso de prevaricación-, un «hombre de partido».
Como muestra de apoyo al regidor, el resto de los cinco ediles socialistas firmaron su renuncia a estar en este grupo. «Es una decisión personal de cada uno», afirmaba Moreno para añadir «que se trata de una postura que tengo que valorar porque supone un respaldo muy importante de mis compañeros». Este cambio de vinculación política será trasladado oficialmente al resto de formaciones de la Corporación en el pleno.
La FSA y el transfuguismo
Por su parte, la FSA, en una breve nota, indicó ayer que «ante la actitud de los que hasta el martes eran sus concejales y la solicitud de estos para pasar como ediles no adscritos del Ayuntamiento de Aller y, una vez causado baja como militantes del PSOE, se procederá a comunicar a los servicios jurídicos del Consistorio la necesidad de que sean considerados concejales tránsfugas (conforme al pacto antitransfuguismo suscrito por las fuerzas políticas) y a poner fin, por tanto, al grupo municipal socialista».
Los ediles Sandra Jovellanos, Ramón Francisco Velasco, María Elena Ordóñez, Rubén Mallada y Brenda Lucas pidieron su baja después de que la FSA abriera expediente disciplinario al alcalde por negarse a renunciar a su cargo después de que el juzgado número 2 de Lena decidiera abrir juicio oral contra él y su antecesor, Gabriel Pérez Villalta, por un presunto delito de prevaricación.
A juicio de estos ediles, el caso de la gestión del polideportivo municipal de Sotiello, «no puede ni debe entenderse como un supuesto de corrupción, ya que se actuaba conforme al convenio vigente entre la Administración local y la asociación deportiva que prestaba el servicio en las escuelas deportivas. Y, de hecho, así lo entendían también todos los partidos».
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