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El vendedor entrega los cupones a la entrada del pozo.
La ONCE deja en Mieres 1,4 millones de euros, 875.000 de ellos en el Nicolasa

La ONCE deja en Mieres 1,4 millones de euros, 875.000 de ellos en el Nicolasa

El vendedor Javier González entregó ayer por la tarde algunos de los cupones aún sin pagar, pero ya reservados

ALEJANDRO FUENTE

Miércoles, 17 de mayo 2017, 00:07

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Han sido un total de cuarenta los cupones premiados en el sorteo diario de la ONCE, en este caso el de este lunes, con 35.000 euros cada uno. Suman en total 1,4 millones de euros que se han repartido en Mieres gracias al número agraciado, el 60.973.

El joven Javier González Rodríguez fue el encargado de repartir la suerte y la ilusión en el concejo, llegando muchos de los euros sorteados al pozo Nicolasa, en Ablaña. De hecho, en la bocamina se repartieron veinticinco boletos premiados; el resto fueron vendidos en el Bar Jamín de Ujo (once) y otros cuatro fueron a parar al Carrefour de Santullano. «Es el primer premio importante que entrego y sí, estoy muy ilusionado por haber hecho feliz a tanta gente, personas trabajadoras que lo necesitan», afirmaba con una amplia sonrisa el vendedor de la ONCE que acostumbra a acercarse hasta la entrada del pozo para la venta.

De hecho, la hora del relevo en el pozo mierense fue ayer muy especial. Y es que el vendedor trata a sus clientes con familiaridad, por su nombre, y son muchos quienes le felicitaban a pesar de no haber jugado el cupón ganador. «Algunos de los agraciados ya conocían la noticia ayer por la noche (por el lunes). Es que hoy vine a repartir los boletos que me habían reservado previamente por teléfono».

Entrega en mano

Lo especial del caso es que Javier González hacía ayer entrega de varios cupones ganadores cuando ya se había celebrado el sorteo y, lógicamente, conocía su auténtico valor. Es más, todavía guardaba unos cuantos en su bolsillo que entregaría posteriormente a algunos clientes ya de tarde. «En esta vida hay que ser honestos y si me dicen que me van a comprar el cupón, pues yo lo guardo y lo entrego». Y así fue como hizo a la entrada del pozo con algunos de los mineros agraciados. El vendedor sacaba el boleto doblado del bolsillo -separado del resto- y lo entregaba a cada agraciado.

«Ha sido un día muy especial, llevo tan solo dos años y medio vendiendo cupones y ya entregué un premio importante», comentaba mientras vendía más boletos, destacando que la gente suele decir que 'nunca toca'. «Pues aquí tienen la demostración de que no es así, de que en ocasiones sí que toca, aunque no sea una cantidad para retirarse, pero siempre ayuda y hay familias necesitadas».

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