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Algunas de las más de 6.000 piezas que hay en la colección Llaneza de la central ubicada en el polígono de la Fábrica de Mieres.

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Algunas de las más de 6.000 piezas que hay en la colección Llaneza de la central ubicada en el polígono de la Fábrica de Mieres. J. M. Pardo

‘Colección Llaneza’, una muestra de 6.600 piezas

Guillermo Fernández, director de la compañía, reúne miniaturas de los autocares de todo el mundo desde hace más de tres décadas

Juan San Martín

Mieres

Domingo, 3 de diciembre 2017, 18:14

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Más de medio siglo lleva Pullmans Llaneza llevando personas por todo el continente europeo. La empresa surgió en la década de los cuarenta en Mieres y, desde entonces, no ha parado de crecer. «Tenemos una flota de 60 autobuses y nos dedicamos al transporte discrecional y turístico de viajeros por toda Europa», señala Guillermo Fernández Llaneza, director de esta empresa familiar. La compañía cuenta con más de un centenar de trabajadores. «De ellos, 80 son conductores», apunta Fernández. También disponen de dos gasolineras, una en Riaño (Langreo) y otra en Mieres, en el polígono Fábrica de Mieres, donde está la sede de la empresa.

Es precisamente aquí, en las oficinas mierenses, donde guarda uno de sus mayores tesoros: una colección de autobuses en miniatura, ‘Colección Llaneza’, la llaman. «Me aficioné a coleccionarlos en 1983. Descubrí una tienda en Londres llena de piezas de este tipo, me encantó», recuerda. Más de tres décadas después, cuenta en su haber con 6.600 piezas de más de 80 países. «Todos y cada uno de estos autocares tienen una historia detrás», afirma. En la colección, se pueden encontrar autobuses de Ghana hasta Indonesia, pasando por Japón y Argentina, entre otros.

En museos e internet

¿Cómo se puede llegar a conseguir tantas piezas de este tipo? «En tiendas de todo el mundo y a través de internet. Además, viajo mucho y soy muy conocido en distintos rincones del planeta», reconoce. Prueba de ello es que cuenta con un autocar japonés que fue hecho antes de la bomba de Hiroshima. «Algunos de ellos, los conseguí en museos que, para renovar su inventario, venden los que se habían quedado obsoletos, tengo uno del Museo Fiat de Turín (Italia)», señala. Hay autobuses de equipos de fútbol, urbanos de muchas ciudades del mundo… todos están en esta colección que se exhibe en Mieres, en un local de 180 metros. Pero de todos, Llaneza tiene claro cuál es el más especial para él.

«Las miniaturas que me hizo un amigo de Gijón de los autobuses de nuestra empresa. Es todo un placer ver un ejemplar nuestro», comenta. En su opinión, «hacer un vehículo a escala lleva muchas horas de trabajo, sale muy caro».

Otro de sus favoritos es una miniatura de Pullmans. «Es una pieza que hizo un maestro fallero, como si fuera un ninot para las fallas», apunta. También guarda con cariño un autocar urbano de Londres –una miniatura de mayor tamaño– que tiene una particularidad. «Me enviaron un CD con un vídeo en el que se veía cómo embalaron el autobús para enviarlo. No tenía ni un rasguño», destaca Llaneza. Sabe la historia de todas y cada una de las figuras que tiene. «Una de ellas estaba en el escaparate de Guatemala en la Expo de Sevilla de 1992. Apareció en León hace seis meses», dice.

Tranvías y carruajes

A pesar de contar con más de 6.000 piezas, la colección de no deja de crecer. «Tengo que ir a Barcelona a buscar otra ahora pero no encontré el momento todavía. No tiene nada que ver con temas políticos», aclara. Aunque hay uno que se le resiste. «Es un autocar español de 1919. Solo hay tres en el mundo y dos de ellos los tiene un amigo mío pero no hay manera de que me lo preste», advierte. Además de disponer de muchos de los autobuses del planeta, en su colección también hay tranvías y juguetes antiguos como carruajes y diligencias.

La muestra no está abierta al público, pero en varias ocasiones le propusieron llevarlas a distintos lugares de Mieres y Oviedo para exponerlas. «Me ofrecieron el chalé de Figaredo, pero me dijeron que se necesitaba acondicionarlo y conllevaría un alto coste económico», comenta Guillermo Fernández. El director de Pullmans cuenta que «tenía en mente hacer dos escuelas taller. Una para los autobuses de verdad, donde se impartirían cursos de formación y otro de miniaturas, para fomentar el trabajo de maquetación». Una idea que no llegó a buen puerto. En la actualidad, busca «un ‘tiovivo’ donde poder colgar algunas de las piezas de mayor tamaño que tengo en el local».

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