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LAURA CASTRO
GIJÓN.
Miércoles, 20 de junio 2018, 01:35
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La Sidra de Asturias no deja de batir récords. La excepcional cosecha de 2017, cuando se recogieron más de treinta toneladas de manzana, se traducirá este año en unas ventas que alcanzarán los cuatro millones de botellas, según estima la Denominación de Origen (DOP). Es casi el doble que el año pasado, cuando ya habían alcanzado un nuevo récord con un aumento de ventas del 14%. Estas previsiones se deben no solo a la 'cosechona', sino también al incremento que han experimentado los lagareros inscritos en la DOP, quienes han pasado en cuestión de un año de 22 a 31. Un crecimiento que experimentaron igualmente los cosecheros, con 322 inscritos dentro de la Denominación, y que suponen, por tanto, un mayor número de hectáreas certificadas que ascienden a 843.
«La dinámica continúa al alza. El futuro de la Sidra de Asturias se está construyendo ahora y cada vez somos más los que formamos parte de esta marca», señaló Tino Cortina, presidente del Consejo Regulador de la DOP, durante la celebración del IX Salón de la Sidra en el recinto ferial Luis Adaro. Aseguró que el objetivo principal no cambia: «Queremos vender más y mejor». De hecho, se dan diez años para lograr que el 50% de las botellas de sidra que se vendan en los establecimientos hosteleros de la región lleven el sello distintivo de la Denominación de Origen. En este reto no estarán solos, pues cuentan con el apoyo de la patronal de los hosteleros Otea, desde la que intentan además «dignificar la figura del escanciador, que debe estar presente en todos los establecimientos sidreros», puntualizó José Luis Almeida, presidente de este colectivo.
La DOP apunta también a expandirse fuera de las fronteras asturianas. «El mundo es muy grande y debemos conseguir que la Sidra de Asturias sea más reconocida. Se nota que hemos mejorado, pues cada vez tenemos más repercusión, pero aún queda un largo camino por andar en este sentido», consideró Cortina.
Es más, la experiencia de esta DOP asturiana sirve de «ejemplo» para otras que aún están dando sus primeros pasos. Así lo consideró la consejera de Desarrollo Rural y Recursos Naturales, María Jesús Álvarez, al asegurar que «los elaboradores vascos miran hacia Asturias para ver cuál es la hoja de ruta a seguir». Valoró positivamente la renovación de imagen que está llevando a cabo el Consejo Regulador para acercar la sidra a un público más joven. «Debemos fomentar el patrimonio inmaterial que va desde el propio proceso de elaboración hasta una forma de entender la vida y el ocio», añadió, sin olvidar que debe hacerse un consumo «responsable». De hecho, la DOP puso en valor el decálogo elaborado por la Asociación de Sidra Asturiana (ASSA). «El sector debe asentar las bases en este sentido y alejar a los menores del consumo de alcohol», indicó Cortina.
Los positivos resultados de 2017 y de la estimación de ventas del presente año chocan con la previsión de una cosecha floja para este 2018. Son muchos los lagareros que se muestran ya preocupados por la escasez de manzana en las pomaradas. «La vecería -período bienal en el que los árboles dan menos fruta- es clave en esto. La cosecha será pequeña y deberemos corregirlo de cara al futuro», adelantó Cortina.
El Salón de la Sidra finalizó su IX edición con la entrega de premios, de entre los que destaca el de 'Embajador del 2018' que fue para el jugador de balonmano Raúl Entrerríos. Las sidras galardonadas fueron Piñera y Pomarina y el mejor cosechero, Eduardo Cortés.
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