Borrar
Alumnos del Centro Integrado de FP de Mantenimiento, en Valnalón, en unas clases prácticas en el taller. J. C. ROMÁN
Educación quiere implantar la nueva FP dual en seis ciclos de la rama industrial e informática

Educación quiere implantar la nueva FP dual en seis ciclos de la rama industrial e informática

La intención es que esta formación, que se amplía a tres años con más horas en la empresa, comience el próximo curso con 120 plazas

ELENA RODRÍGUEZ

OVIEDO.

Sábado, 4 de noviembre 2017, 01:13

Necesitas ser suscriptor para acceder a esta funcionalidad.

Compartir

La Consejería de Educación está perfilando el plan experimental de la Formación Profesional dual, que se pondrá en marcha el próximo curso 2018-19. Consistirá en ampliar esa formación de dos a tres años, de tal manera que los alumnos cursarán el primer curso de forma íntegra en el centro y, después, en el segundo y el tercero alternarán su estancia en éste (1.740 horas) y en la empresa (2.120). Así, se formarán durante dos días a la semana en el centro y tres, en la empresa. Durante dos años contarán con un contrato de formación y aprendizaje.

La Dirección General de Enseñanzas Profesionales y Aprendizaje Permanente que encabeza Manuel Capellán estudia implantar este nuevo modelo en seis ciclos formativos, de la rama industrial e informática. Cuatro son de grado medio: Instalaciones eléctricas y automáticas; Mecanizado; Soldadura y Calderería, y Mantenimiento electomecánico. Y dos, de grado superior: Desarrollo de Aplicaciones Multiplataforma y Mecatrónica Industrial.

Relevo en 17.000 empleos

A diferencia del modelo de FP dual actual, en el que la adscripción es voluntaria, en el plan experimental las plazas serán limitadas. Habrá 120. Veinte por cada grupo. El objetivo inicial es que comience en los Centros Integrados de Formación Profesional (CIFP) de Avilés, Gijón y Langreo. Éstas son las primeras bases de un proyecto que se diseñará con la Federación Asturiana de Empresarios (Fade) y los sindicatos UGT y CC OO en el seno del Consejo de Asturias de la FP, cumpliendo así uno de los acuerdos de la concertación social. Ya hubo una primera reunión en junio y está prevista otra para ir concretando el modelo y presentárselo a las distintas organizaciones empresariales y contar con su colaboración. Precisamente, a comienzos de este año, el presidente del consejo, Ramón Canal, aportaba un dato muy revelador: en lo que resta hasta 2020, el sector metalúrgico necesitará cubrir 17.000 empleos debido al relevo generacional que supondrá la jubilación de técnicos especialistas. De ahí que sea en la rama industrial en la que se han detectado las mayores demandas. Ahora bien, no es la única. Manuel Capellán ha afirmado en más de una ocasión que el 70% de los puestos de trabajo requieren una titulación de FP. Además, una de las razones para elevar el número de horas en la empresa es que el mundo es cada vez más cambiante y los sistemas de producción de bienes y servicios así como organizativos de las empresas evolucionan muy rápido.

Impulsar este modelo de enseñanza en una de las prioridades de esta legislatura, como ya señaló Genaro Alonso, nada más asumir el cargo de consejero de Educación. Hay países de Europa que ya tienen sobrada experiencia en él. Austria lo puso en marcha en los años treinta del siglo pasado y Alemania, en los sesenta. En España, el País Vasco es referente por los años de vinculación de los centros educativos con la industria. «Queremos imitarlo, pero no vamos a llegar en dos o tres años. Damos pasos lentos, pero seguros», sostiene Capellán.

Por lo pronto, el 7 de noviembre habrá una jornada informativa en el CIFP de Gijón para presentar el quinto programa de la FP dual: el formato que existe actualmente (voluntario, de dos años y con 1.620 horas teórico-prácticas en los centros y mil en la empresa). Es decir, el próximo curso coexistirán el actual, que se imparte en 29 centros de los 64 con FP, y el experimental.

«Saber por qué se dan de baja»

Tanto uno como otro dependen de Educación. De la Consejería de Empleo, en cambio, el que comenzó en 2014 con la previsión de involucrar a 60 jóvenes y que finalmente lo hizo con 49. Los alumnos, de 16 a 25 años, tenían que haber acabado la ESO, no tener una titulación superior, estar inscritos en el Sistema Nacional de Garantía Juvenil como no ocupados y no estar estudiando o trabajando, entre otros requisitos. Después de tres años, con formación lectiva y práctica, y en los que han seguido el 60%, obtendrán tres certificados de profesionalidad y un título de FP.

Ya entonces, Fade apuntó que este plan, fruto también de la concertación social, se había puesto en marcha con «mucha celeridad». Ahora, a la espera de que Educación concrete el suyo nuevo, sostiene que la idea le gusta. «Es muy similar al que habíamos propuesto nosotros en su momento», afirma Guiomar Álvarez, responsable del área de Formación de Fade.

Considera que el perfil, «el de estudiantes de FP, con vocación y posibilidades de lograr una mayor cualificación, se ajusta mejor a las empresas y los centros educativos». Confía en que esta vez «se haga con la calma y el tiempo suficiente» para incluir en el programa mejoras, «como un seguimiento exhaustivo de por qué hay alumnos que se dan de baja. Hay que conocer las causas». Fade está, en principio, «encantada» con este impulso.

La responsable del Área de Empleo y Formación de CC OO, Úrsula Szalata, sostiene que tanto las organizaciones sindicales como los empresarios están de acuerdo en que «debe haber un coordinador, una figura de enlace entre la formación lectiva y la práctica por si surge un problema laboral.

Reporta un error en esta noticia

* Campos obligatorios