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E. C.
GIJÓN.
Miércoles, 16 de mayo 2018, 02:41
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Una investigación de la Universidad de Granada, en la que han participado asturianos mayores de 63 años, ha determinado que el apego emocional a la vivienda y el temor a ser una carga para la familia llevan a las personas mayores a vivir solas pese a la dificultad que supone a veces hacerlo con los escasos recursos de las pensiones bajas.
El estudio, del investigador Juan López Doblas y cuyos resultados ha publicado la Revista Española de Investigaciones Sociológicas, ha analizado los motivos que provocan que las personas mayores vivan en pareja o lo hagan solas tras enviudar. El trabajo se ha apoyado en entrevistas con personas mayores de 63 años de Asturias y Andalucía, dos comunidades que tienen tasas de envejecimiento dispares. Los mayores residentes en ellas difieren sustancialmente en aspectos esenciales, como el importe de sus pensiones o su nivel educativo. «Hemos observado que los mayores tienen una preferencia por la intimidad y la libertad, y eso se antepone a la compañía», indicó su autor.
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