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«Facilitar información explica en parte que la Guardia Civil sea tan querida»

«Facilitar información explica en parte que la Guardia Civil sea tan querida»

El cabo Serafín Pérez se jubila tras poner en marcha y asentar el servicio de comunicación del Instituto Armado

R. MUÑIZ

OVIEDO.

Martes, 24 de abril 2018, 00:36

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El cadáver de Paz Fernández fue localizado en el embalse de Arbón a las tres y media de la tarde y en las siguientes horas su teléfono recibió 118 llamadas. Periodistas de todo el país buscaban la confirmación de Serafín Pérez, cabo que en 1998 puso en marcha en Asturias la Oficina Periférica de Comunicación (OPC) y que el 6 de mayo se jubilará. La suya es la historia de una transformación en la Guardia Civil: de ser un cuerpo hermético ha pasado a situarse entre las instituciones más queridas. «Es verdad que cuando presentamos este servicio ni los periodistas creían que fuera posible», recuerda. «Facilitar información explica en parte que seamos tan apreciados, pero son los compañeros que están en el día a día, dando vida a la institución, los responsables», analiza.

Zamorano de cuna, vino al mundo en un cuartel y vio cómo sus amigos marchaban a los 17 años al Colegio de Guardias Jóvenes de Valdemoro. «Mi padre no me dejó; quería que terminase los estudios antes de decidirme a ingresar en el cuerpo», dice. La decisión demoró lo inevitable. Tuvo su primer destino en Tudela Veguín «haciendo lo que ahora se llaman patrullas, pero entonces eran correrías porque no teníamos coche... Han cambiado mucho las cosas».

Ya de cabo asumió el mando en Santa María del Campo (Burgos), demarcación «muy grande, con mucha riqueza cultural en las iglesias y robos frecuentes, además de fincas importantes, como una a la que venía de fin de semana Adolfo Suárez, lo que nos daba mucho trabajo». Tras otro periodo en Tudela Veguín, entró en la Comandancia de Oviedo, primero en seguridad ciudadana, luego gestionando el bar y el economato, finalmente encargándose de 'vender' la imagen de los 900 agentes adscritos al centro.

Lo ha hecho, cuenta, aplicando reglas básicas. «Las familias de las víctimas son lo primero; a Javier Ledo por ejemplo lo teníamos detenido pero no lo confirmamos a la prensa hasta que se lo habíamos avanzado a la familia de Paz», indica. «Con los fallecidos por accidente de tráfico es igual; tardamos horas en localizar a los deudos, pero sería feo que se enteren por la prensa». Cuando la investigación sigue abierta lidia con la necesidad de los medios de comunicación de saber la última hora, y la petición de los investigadores de guardar sigilo. «A veces sí nos han pedido que demos parte de los datos, para estudiar si otros implicados hacían movimientos extraños al verla publicada». Toda una gestión de los valores que ahora seguirá aplicando en su nuevo destino, como abuelo.

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