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P. PARACUELLOS
Domingo, 13 de agosto 2017, 04:04
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Con la Feria como escaparate, la Sociedad Española de Atención al Paciente Crítico (SEAPC) presentó ayer un congreso que el presidente de la Fidma, Álvaro Muñiz, calificó de «pionero». Pionero porque el eje central sobre el que se desarrollará del 4 al 6 de octubre, en el Palacio de Congresos, no son expresamente los profesionales sanitarios, sino el paciente crítico, pediátrico o adulto y en todos los escenarios posibles. «No importa si se trata de un rescate aéreo, terrestre o marítimo, lo fundamental es que los técnicos sanitarios compartan sus conocimientos para ofrecer una atención con la mayor calidad posible», subrayó Jonatan Gutiérrez, socio fundador del SEAPC y director del congreso.
Bajo el lema 'Liderando la atención integral', se aboradarán asuntos del plano biomédico y el impacto psicológico y social que genera un suceso traumático tanto para el paciente como para su familia. Para ello, «es imprescindible» que colaboren de forma activa todos los eslabones de la cadena asistencial que cuidan de los pacientes críticos. Gutiérrez estacó de este modo la multidisciplinariedad tanto de los profesionales que participarán en las ponencias como de la «multitud de talleres prácticos que se desarrollarán». Por ejemplo, el doctor Josep Brugada, quien describió junto a sus hermanos el síndrome causante de la muerte súbita. Uno de los objetivos que se persiguen es el de potenciar el trabajo en equipo para mejorar la respuesta de los profesionales de la salud ante una catástrofe natural, optimizar la actuación frente a la imprevisibilidad de un accidente de tráfico o trabajar del modo más eficientemente posible ante una tragedia nuclear, biológica, radiológica o química.
Una de las reclamaciones de Jonatan Gutiérrez es la sanitarización del rescate, pues «en pleno siglo XXI todo paciente debe tener derecho a recibir asistencia sanitaria de calidada in situ, independientemente del lugar donde se produzca el accidente». Para apoyar este deseo, durante la presentación prestó su voz Juan Figaredo, doctor del helicóptero sanitarizado del cuerpo de bomberos del Principado. Este médico con más de treinta años de experiencia tratando a heridos en condiciones de rescate extremas destacó que esos primeros instantes de atención al paciente en estado crítico son «minutos de oro» para su supervivencia y por eso lamentó que se trate de un servicio poco conocido. «Nacimos como un grupo de rescate de montaña pero podemos aplicar en muchos más sitios», informó al hilo de la versatilidad a la que se refirió Gutiérrez.
También participó el presidente de la recientemente formada Fundación del Transporte Sanitario de Asturias, Juan Manuel Sánchez. Él, por su parte, destacó la transversalidad de la iniciativa que consideró un instrumento integrador de formación para los elementos de la cadena sanitaria. «Los técnicos de emergencia sanitaria también son profesionales de la salud y asumen responsabilidades», explicó.
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