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Hospitales y geriátricos funcionarán de forma coordinada ante el elevado envejecimiento

El Plan Sociosanitario plantea optimizar recursos entre el Servicio de Salud y el ERA mediante la creación de una central de compras

Laura Fonseca

Gijón

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Martes, 24 de abril 2018, 00:30

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Asturias avanza hacia una sociedad más envejecida, más enferma y también, más solitaria. Afrontar la atención de la población de más de 65 años supone todo un reto económico, sanitario y también social, máxime si se tiene en cuenta de que las actuales ratios de envejecimiento se agudizarán en próximas décadas. Actualmente, el 24,4% de las personas que residen en el Principado superan los 65 años, y de esas, un 8,7% son octogenarias. La cifra de mujeres de más de 65 años duplica a la de menores de edad. En el Principado viven (según datos de 2017) 149.459 mujeres pensionistas frente a 62.929 con menos de 17 años. Entre los hombres, la diferencia es, incluso, superior, con 105.116 mayores de 65 años frente a 66.640 niños y adolescentes. Además, el peso de las enfermedades crónicas entre la población es alto. En Asturias se estima que un 32% de la población sufre algún tipo de trastorno considerado crónico. Y otro dato que agrava aún más la situación es que al llegar a mayores, muchos asturianos, sobre todo mujeres, viven solos.

Frente a esta realidad, las necesidades de atención ante una población cada vez más dependiente irán en aumento, tal y como advierte el nuevo Plan Sociosanitario del Principado 2018-2021, que el próximo jueves pasará por el Consejo de Bienestar Social y el viernes por el Consejo de Salud. El documento, el primero de estas características elaborado por las consejerías de Sanidad y de Servicios y Derechos Sociales, plantea una batería de actuaciones (116 medidas) donde la atención sanitaria y la social van de la mano. El plan, al que ha tenido acceso EL COMERCIO, expone la urgente necesidad de avanzar hacia un modelo sociosanitario, en el que los que hospitales, centros de salud y residencias de la tercera edad actúen de forma coordinada y conjunta. Se habla incluso de que la actual historia clínica existente en los hospitales y centros de salud evolucione hasta crear la historia social electrónica. La misma dispondría de un código común para los sistemas de información y podrá ser consultada tanto desde centros del Sespa como desde los dispositivos de servicios sociales.

El plan va dirigido a personas mayores frágiles, así como en situación de dependencia o con trastornos mentales graves o severos. También incluye a colectivos con riesgos de exclusión social, menores en situación de vulnerabilidad, víctimas de malos tratos, enfermos que estén en el tramo final de su vida y afectados de trastornos neurodegenerativos con alta dependencia.

Planificar consultas

Una de las propuestas incluidas en el documento es que el Servicio de Salud del Principado (Sespa) y los Establecimientos Residenciales de Ancianos (ERA) establezcan acciones en común. La centralización de las compras es una de ella. El Principado quiere que el aprovisionamiento de material sanitario y de hostelería que en la actualidad ambas entidades realizan de forma independiente se haga de forma unificada. A su vez, propone disponer de un servicio conjunto y compartido para el transporte de analíticas desde el ERA a los centros del Sespa. Esta acción plantea incorporar los geriátricos al circuito de recogida de analíticas ahora existente para su posterior derivación a los laboratorios del Sespa.

Mejorar la coordinación entre los centros de salud y las residencias es otro de los objetivos. Las personas dependientes que viven en residencias deben recibir atención sanitaria en el propio centro, una situación que «desborda con frecuencia el marco de actividad de Atención Primaria». Para atajar este problema, se propone «organizar consultas planificadas en cada residencia, previo acuerdo entre el personal de salud y los servicio sociales».

El documento recoge, a su vez, la creación de unidades de convalecencia en centros de la tercera edad. La primera de estas unidades, que debería estar ya en funcionamiento como proyecto piloto, es la de la residencia Mixta de Gijón, pendiente de que sea equipada por parte del Principado. Finalmente, los hospitales que ahora hacen de apoyo al Sespa, como son los de Cruz Roja, en Gijón; Monte Naranco, en Oviedo; Hospital Avilés y Adaro, en Langreo, y que ofrecen atención geriátrica y a procesos crónicos, pasarán a trabajar en red junto con los propios geriátricos y los centros de salud de Atención Primaria.

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