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Una escollera profunda y sólida

Una escollera profunda y sólida

Las obras de refuerzo del paseo de la playa de Salinas entran en su recta final

José Fernando Galán

Miércoles, 21 de mayo 2014, 17:54

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La escollera de refuerzo del paseo de la playa de Salinas avanza a pasos agigantados y ofrece sensación de solidez. Las obras, ejecutadas por la empresa Ferrovial, se desarrollan entre la rampa de acceso situada a la altura del Club Náutico y el puesto central de Salvamento, y es similar a la que se realizó en 2010 entre este último punto y el extremo Este del paseo, donde comienzan las dunas de El Espartal.

Es una escollera de roca y hormigón construida en la base del muro, y da la impresión de ser especialmente consistente. Es más profunda que la construida en 2010 y tiene forma de chaflán, lo que en un principio podría desviar la fuerza de las olas. Tampoco se han dejado piedras ni rocas sueltas, y la empresa ya ha iniciado la ardua tarea de recoger las sobrantes, esparcidas por la zona de actuación. Toda la escollera está cubierta de hormigón, desde su base, encofrada a conciencia, a unos tres o quizá cuatro metros de profundidad, hasta la parte alta, que en algunos puntos ya ha sido tapada por la arena que poco a poco comienza a regresar a la playa.

Contratadas por el Ministerio de Medio Ambiente en 523.411 euros, las obras comenzaron el 1 de abril a la altura del puesto de Salvamento, y ayer ya se encontraban a escasos metros del punto final. El resto del paseo, es decir, entre la rampa situada a la altura del Náutico y el acceso a la Peñona, no se reforzará, habida cuenta de que en este tramo de playa el nivel de arena es considerable y en caso de temporal el mar no golpea con tanta fuerza como en el resto del paseo.

En un principio las obras concluirán a finales del presente mes, antes de plazo. Después Ferrovial se encargará de recolocar los bloques que forman el rompeolas que protege la base del muro inclinado que se extiende entre las inmediaciones de El Balneario y el acceso al Museo de Anclas. También sufrió los embates de los extraordinariamente violento temporales del invierno, aunque en este caso los daños se limitan a que algunos bloques se han desplazado unos metros de su ubicación original, la base del muro.

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