Riego apremia a los vecinos de Carlos Albo a que se conecten a la red de saneamiento

La semana pasada, las comunidades de vecinos de la calle Carlos Albo recibieron una resolución de la Alcaldía de Carreño en las que se les pide que «procedan de manera inmediata a solicitar la licencia municipal para efectuar en sus edificios las modificaciones que procedan, así como la correspondiente acometida a la red de saneamiento que ya hay en la vía pública, y dejar de verter las aguas residuales al río Rita». Y les informa de que, contra esta decisión, tienen dos vías: recurrir ante el propio alcalde por la vía administrativa, para lo que da un mes de plazo, o interponer un recurso en el Juzgado de lo Contencioso-Administrativo de Gijón, para lo que tienen 60 días.

Vecinos afectados, como Antonio Rodríguez, critican, a título individual, «las formas y el poco tacto del Ayuntamiento» en esta premura, puesto que, según indican, «si el enganche al colector no se ha realizado antes ha sido por problemas o circunstancias ajenas a nosotros». En la calle viven unos 200 vecinos, que quedaron fuera del plan de saneamiento integral que se hizo en la villa hace una década. El proyecto quedó paralizado en un primer momento por la polémica que hubo con algunos bloques, que se negaron a que las canalizaciones se realizaran en los bajos, en los garajes de sus viviendas y, tiempo después, en 2008, por el Plan Especial de Reforma Interior (PERI) de la fábrica de Albo, cuya negociación hubiese permitido la conexión al colector general, pero también quedó paralizado. A finales del año pasado, el Ayuntamiento abrió una convocatoria de subvenciones para que los vecinos pudiesen llevar a cabo las obras, pero, según apuntan los residentes, «tenían muchos flecos, porque, de forma individual, podías solicitarla, pero si luego la comunidad decía que no, ¿qué ocurría?». Ahora, tras la resolución, no está claro qué tiempo tienen para acometer la obra. Por lo pronto, ya hay una comunidad de vecinos que ha quedado en reunirse esta semana para tratar del asunto y, a ser posible, empezar a hablar con el contratista de cómo se tiene que realizar la obra y cuánto costará. En este sentido, se preguntan si después de haber pagado durante años la tasa de alcantarillado, el Ayuntamiento lo va a tener en cuenta y les va a descontar esta cantidad.

Por su parte, el PP ha presentado una batería de preguntas al gobierno en las que le pregunta «cuántas edificaciones están sin saneamiento, su localización; si la actuación que se ha seguido con todas ellas ha sido siempre la misma, y qué actuaciones piensa acometer».