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En la imagen superior aspecto que ofrece el edificio enla actualidad y en la inferior cuando se produjo la riada en junio de 2010.
Los dueños de El Molín del Puerto alertan sobre el estado del edificio

Los dueños de El Molín del Puerto alertan sobre el estado del edificio

Aseguran que el frente costero del inmueble no resistiría los embates de temporales como los de este año y sus viviendas se vendrían abajo

PEPE G.-PUMARINO

Domingo, 23 de noviembre 2014, 01:49

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Las dos familias propietarias de los edificios de El Molín del Puerto alertan sobre el mal estado del edificio. Según explicó Juan Manuel Sánchez, como afectado, el frente costero del inmueble no resistiría los embates de temporales como los de principios de año, «y nuestras viviendas se vendrían abajo». Y es que transcurridos cuatro años y cinco meses, la situación sigue igual que cuando se registraron las fuertes riadas que destrozaron el establecimiento hostelero y una parte del edificio, en 2010.

EL SUCESO

  • La riada. Tuvo lugar el 6 de junio de 2010, y arrasó todo el establecimiento de hostelería construido sobre un antiguo molino.

  • Trámites. Los afectados encargan un proyecto que reubica el bar en una de las viviendas.

  • Denegación. La CUOTA deniega una parte del proyecto, que contempla un acceso alternativo al edificio, y paraliza todo el plan.

  • Conflicto. El Principado exige la autorización de la Demarcación de Costas en Asturias por escrito y mantiene su negativa a la concesión del permiso de obras, sin ofrecer soluciones al problema del acceso.

El problema que subyace es de tipo urbanístico. Desde entonces, la Comisión de Urbanismo y Ordenación del Territorio de Asturias (CUOTA), se resiste a autorizar el proyecto de reconstrucción, negativa que se basa en el rechazo a la cimentación de un acceso a los inmuebles. «Ahora si un vehículo pesado se acerca a las viviendas se desplomaría toda la plataforma del frente de la casa por estar horadado todo el terreno en el que se sustenta. Este problema es muy grave y las administraciones implicadas siguen pasándose la pelota unas a otras», asegura Sánchez.

Desde la Demarcación de Costas, únicamente falta la autorización que se otorgó en 2010, cuando se produjo el siniestro. «Se hizo de forma verbal, no por escrito, como debía. Obras similares se hicieron en el Club de Regatas, y obtuvieron los permisos sin problemas. Nosotros llevamos más de cuatro años», concluye el afectado.

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