Preocupación en Antromero por la estabilidad de su iglesia ante los argayos del talud costero

El vecindario de Antromero se encuentra muy preocupado por la situación de la iglesia dedicada a su patrón, San Pedro, amenazada por la pérdida de terreno a causa de los argayos de los últimos años. Según explicó el presidente de la asociación de vecinos, Alfonso Quintana, «en estos momentos la parte trasera del edificio religioso se encuentra a diez escasos metros del talud costero donde se encuentra ubicado. De ahí la alarma generada por los vecinos que ven con inquietud el peligro que corre la estabilidad futura del templo».

Al parecer, los deslizamientos del terreno se deben a la fragilidad del tipo de materiales existentes en todo el frente costero que son muy inestables. La actual iglesia fue levantada sobre los cimientos de la primitiva, dedicada a Santa María a mediados del siglo pasado.

La parcela donde se edificó primitivamente fue una donación a la iglesia asturiana del rey Alfonso III 'El Magno', en el año 905. En el año 1312 el obispo de Oviedo Fernando donó al abad del convento de San Vicente de Oviedo numerosas posesiones en el territorio gozoniego, aunque se reserva para sí los terrenos donde se ubica la iglesia y otros de su entorno. Este dominio eclesiástico finalizó en el siglo XIX, con la desamortización y venta de los bienes de la iglesia. Los registros de la historia de la localidad perteneciente a la parroquia de San Martín de Bocines destacan la importancia que tiene para los vecinos su iglesia.

Algunas voces apuntan a la necesidad apremiante de la ejecución del proyecto de la Demarcación de Costas para el acondicionamiento ambiental de la playa.

En él se contempla la construcción de una senda que discurre paralela al edificio religioso y que podría contener una escollera de refuerzo del talud costero.