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Alfredo Álvarez, en el centro, rodeado por los integrantes del Club Ciclista Villaviciosa.
El club ciclista maliayés rinde homenaje a la figura de Alfredo Álvarez

El club ciclista maliayés rinde homenaje a la figura de Alfredo Álvarez

Las hazañas de 'Alfredín el de Lombarda', que recorría más de 30.000 kilómetros al año en bicicleta, verán la luz en forma de libro

L. I. A.

Martes, 28 de junio 2016, 00:26

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La vida de Alfredo Álvarez no se entiende sin su inseparable compañera, la bicicleta. Este maliayo, más conocido por 'Alfredín el de Lombarda', es uno de los grandes cicloturistas asturianos y la directiva del Club Ciclista Villaviciosa quiso reconocer su trayectoria rindiéndole un homenaje con un emotivo acto que se celebró el domingo en la residencia Miyar Somonte en Amandi. «Tenía en la bici un estilo de vida y sin ningún afán de protagonismo se lanzaba a hacer grandes rutas», explicó Iván Villar, presidente del club.

Alfredín nació el 1 de enero de 1941 y además de tener un taller de bicis, trabajó en la Nestlé de Villaviciosa. Uno de sus primeros retos fue ir a Lourdes, 1.300 kilómetros a los que siguieron cientos de miles más a Londres, Roma, París... «No llegué al millón», aseguró, aunque quienes lo conocen cree que superó esa cifra con creces.

Lo que sí está comprobado son sus más de 30.000 kilómetros al año y entre sus hazañas, que verán la luz próximamente en forma de libro, destacan la vuelta a Europa que realizó con 38 años y en la que recorrió durante treinta días 6.625 kilómetros pasando por Francia, Luxemburgo, Alemania, República Checa, Austria y Suiza; sus viajes diarios a Oviedo durante años, las rutas como Gijón-Sevilla o Madrid-Oviedo que hacía sin dormir y las cinco ediciones que disputó de la París-Brest-París, la prueba cicloturista de larga distancia (1.125 kilómetros) más dura del mundo y que Alfredín calificó como «lo máximo». En ella vivió una de sus muchas anécdotas. «Tuve que taparme un ojo con un calcetu porque veía dos carreteras», relató.

Pero si hay una ruta ligada a la figura de Alfredín es la de Villaviciosa-Fito-Lagos de Covadonga-Fito-Villaviciosa, un recorrido de 144 kilómetros que debe hacerse en un máximo de siete horas y que el maliayés utilizaba para saber su estado de forma antes de enfrentarse a un gran reto. «Lo ideal sería convertirla en una prueba organizada», apuntó Ramón González, uno de los miembros del club quien a los catorce años empezó a andar en bicicleta con Alfredín. «Hicimos muches 'burraes' juntos, como aquella Villaviciosa-Madrid del tirón», recordó.

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