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Un operario de la limpieza retira las botellas, bolsas de plástico y demás residuos acumulados junto a la urbanización Nautilus.
El Carnaval de Luanco finaliza con tres menores en el Hospital San Agustín

El Carnaval de Luanco finaliza con tres menores en el Hospital San Agustín

Los sanitarios atendieron menos incidencias que en 2015. El alcalde destaca el «mayor control», pero convocará una reunión para recoger opiniones

E. RODRÍGUEZ

Martes, 16 de agosto 2016, 00:36

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Tres menores de edad que participaban en el Carnaval de verano de Luanco fueron derivados por el dispositivo sanitario al Hospital San Agustín de Avilés en la madrugada del domingo al lunes. El primero, por una intoxicación ocasionada por la mezcla de alcohol y estupefacientes; el segundo, por un traumatismo craneoencefálico como consecuencia de una caída, y el tercero, por un corte en una pierna. Aparte de ellos, el hospital de campaña ubicado en el parque Zapardel -integrado por un médico, dos enfermeras y cuatro técnicos sanitarios- atendió dieciocho menores más (en total a veintiuno) y, durante toda la noche, a 42 personas. Este balance implica que el número de incidencias se redujo con respecto al año pasado, en el que fueron asistidos medio centenar de asistentes a la fiesta, 35 de ellos menores y, de éstos, dos, en coma etílico. Por eso, el alcalde, el socialista Jorge Suárez, destacó «el mayor control y organización» de esta masiva celebración, equiparable a El Carmín de Pola de Siero y El Xiringüelu de Pravia.

El propio primer edil se propuso tomar medidas tras la edición de 2015, que calificó de «macrobotellón de menores». Suárez (por aquel entonces elegido recientemente alcalde) hizo autocrítica, al tiempo que decía no entender cómo el anterior equipo de gobierno, conociendo el alcance de esta fiesta espontánea, no había previsto un turno de noche para la Policía Local. En esta ocasión, sí se activó y fueron cuatro los agentes municipales que patrullaron por la villa y que se encargaron también de desviar a otra zona del pueblo a los 20 autobuses discrecionales que acudieron de otros puntos de la región, la mitad que en 2015, «aunque alguno se nos coló en la estación de autobuses».

Además de la vigilancia y de duplicar el personal en el centro de salud, la música de los dj's de los bares estuvo más controlada tras una reunión con los propios hosteleros. «Ha estado más repartida, no tan concentrada», señaló el alcalde que, lejos de estar satisfecho, anunció que convocará a todos los agentes implicados (como ya hizo antes del Carnaval) para «escuchar sus valoraciones y opiniones con el objetivo de corregir y seguir mejorando». Habla el alcalde de cuerpos de seguridad, sanitarios, transportistas y hosteleros. Respecto a este último colectivo, el primer edil considera que «tienen mucho que aportar» y espera que «propongan ideas pues este año se han organizado entre ellos».

En cuanto a las personas que piden separar el botellón del Carnaval, el alcalde dice que «ojalá se pudiera», pero no lo cree factible. «Ese 'cordón sanitario' que se pide no lo veo. Porque la gente que hace botellón no viene a una fiesta de prau, viene al Carnaval de Luanco, que tiene lugar en el centro de la villa».

Suárez considera necesario poner todas las reflexiones en común y apunta que las actividades infantiles organizadas por el Ayuntamiento pueden ser las bases para otro tipo de Carnaval «sin necesidad de emborracharse y perder el conocimiento». Luanco amaneció ayer con acumulaciones de residuos en las zonas más frecuentadas (calle Ortega y Gasset y la urbanización Nautilus). El balance aún no está concluido, por lo que en los próximos días se conocerá el número de toneladas retiradas y el coste de los desperfectos que se hayan podido producir.

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