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Vista general de los chalés de Salinas con La Peñona al fondo.
Salinas, la preferida para vivir

Salinas, la preferida para vivir

La localidad lidera en mercado inmobiliario seguida de Piedras Blancas

SHEYLA GONZÁLEZ

Lunes, 22 de agosto 2016, 00:44

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Los compradores de la comarca preferirían vivir en Salinas si la oferta y las condiciones económicas se lo permitieran. La localidad costera tiene todos los ingredientes que buscan los clientes cuando acuden a las inmobiliarias: tranquilidad, cercanía a grandes superficies comerciales, playa y servicios públicos. Pero también tiene un pero, es la más cara de la comarca. «Por mucho que pasen los años y a pesar de la crisis económica, siguen llegando cada día compradores que preguntan por viviendas en Salinas. Sin duda es la preferida, el problema es que muchos de esos futuros inquilinos finalmente se decantan por otros puntos dentro de Castrillón donde hay más variedad de precios», explican en la inmobiliaria del Grupo Arias, una de las que trabaja en el concejo.

Si tomamos como base el precio medio del metro cuadrado en Salinas este estaría valorado en unos 1.700 euros, siempre para viviendas de segunda mano o seminuevas. «El mayor handicap es que no se han hecho nuevas construcciones por lo que el mercado es de viviendas antiguas y siempre de segunda mano. Eso sí, son pisos o casas muy amplios, algo que atrae mucho al futuro comprador», comentan en Inmobiliaria Aldama. El precio y la escasa oferta hace que muchos de los clientes se decanten finalmente por Piedras Blancas como segunda opción.

«La capital tiene mejores conexiones, más oferta tanto en viviendas nuevas como de segunda mano y eso hace que haya un mayor espectro de precios. Allí siempre hay un piso o una casa que se amolda a las necesidades de los clientes. Además, al ser el centro tiene un mayor número de servicios y tiene las administraciones más cerca», indican los profesionales inmobiliarios que reconocen un repunte de esta localidad dentro de las preferencias. A pesar de este abanico de posibilidades los expertos advierten que el precio medio de una vivienda nueva en Piedras Blancas llega «a los 2.200 euros por metro cuadrado. Tiene precios muy similares a Avilés», indican en la inmobiliaria De la Vega.

Las inmobiliarias tienen su propio ranking de localidades preferidas por los compradores dentro de la comarca. El primer puesto lo ocupa Salinas, mientras que el segundo sería Avilés seguido de cerca por Piedras Blancas y Coto Carcedo. Dentro de esta clasificación va ganado terreno con fuerza la zona de Santa María del Mar y Naveces. «Son zonas muy tranquilas y en un marco de naturaleza que atrae a los inquilinos. Es un caso similar al de Salinas, hay poca oferta porque son sitios muy pequeños entonces en cuanto sale a la venta una vivienda suele hacerlo con un precio de salida alto, que no suele bajar en exceso. Lo más barato que puedes encontrar en esa zona son unos 250.000 euros», argumentan en las inmobiliarias.

Despunte de la compra

Aunque el mercado de compra y venta de viviendas descendió con la recesión económica, los profesionales ven un repunte en la compra frente a los alquileres en el concejo. «Cuando se acercan a preguntar primero se decantan por comprar aunque luego se vayan con un alquiler. La gente quiere comprar, seguimos teniendo esa preferencia», indican en De La Vega.

La época del año también influye en el mercado inmobiliario castrillonense. «Para vivir todo el año prefieren comprar, en cambio el verano hace que despunten los alquileres. Salinas por ejemplo tiene más actividad en esos meses y eso hace que despunten los alquileres, al contrario que Piedras Blancas, donde los clientes prefieren comprar para estar durante todo el año en la misma vivienda», comentan en Aldama.

Los precios de los alquileres hacen que las viviendas disponibles del concejo sean más accesibles. «Hay pisos por 300 euros en Piedras Blancas y casas en Salinas por 500 con garaje incluido. Son precios más suculentos y permisibles. Eso se nota sobre todo en las familias con sueldos medios, que de otra manera no podrían trasladarse a vivir a estas localidades porque las hipotecas serían demasiado altas», exponen los profesionales.

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