Siete vidas ejemplares en Corvera

Una vida ejemplar para su comunidad y una trayectoria llena de éxitos personales y laborales ha llevado a siete vecinos a conseguir este año el premio Corveranos Ejemplares, que otorga el Ayuntamiento desde el año 2012. Silvia Menéndez y Celestina Rodríguez, madre e hija activistas en la lucha contra el cáncer, Antonio Martínez, tallista artesano, Ana María Sánchez, investigadora oncológica, María del Mar Rodríguez, docente jubilada, Sergio Rodríguez, gerente de Tutú Estudios, y Bernardo Rodríguez, arquitecto, engrosan el palmarés de estos galardones, que se entregarán el 9 de septiembre en el teatro El Llar.

Todos coinciden en que la distinción «llegó por sorpresa y sin merecerlo», aunque tras hablar con ellos sobre sus vidas y sus carreras parece un premio más que merecido. «La lista de Corveranos Ejemplares construye un modelo de ciudadanos que nos hace estar especialmente orgullosos de pertenecer a este concejo. Más anónimos o menos, todos ellos han llevado una vida ejemplar, solidaria, generosa y enriquecedora y por todo ello es un placer hacer visible su trayectoria y que les sea otorgado este reconocimiento», señaló el alcalde, Iván Fernández.

Las vidas de Ana María Sánchez, Silvia Menéndez y Celestina Rodríguez van en paralelo aunque ellas no se conocían hasta que salió la lista de premiados de este año. Ana María Sánchez vive en Las Vegas pero pasa parte de su día dentro del laboratorio de la Universidad de Oviedo trabajando con unas pequeñas moléculas de melatonina. «Esta molécula tiene propiedades antitumorales. Nosotros estudiamos sus efectos para usarla como un posible tratamiento contra el cáncer», explica la investigadora, cuyos trabajos se centran sobre todo en leucemias y linfomas. Aunque reconoce que es difícil encontrar una salida laboral a su trabajo en España, ella cuenta con una beca para realizar su tesis doctoral. «Mi idea es irme a trabajar a otro país de Europa y así poder profundizar en la investigación, si no sales de España te quedas como estancado», comenta la investigadora.

Por su parte, Silvia y Celestina han emprendido una lucha contra el cáncer desde otra perspectiva, la personal. Ambas han pasado este último año por un cáncer de mama. «Con la llegada del tratamiento buscamos ayuda en una tercera persona, que estaba en la asociación de Avilés contra el cáncer. Es vital contar con alguien que te ayude y te dé las fuerzas que tu no tienes en esos momentos de bajón», explica Celestina Rodríguez. Ahora es su hija, Silvia Menéndez, quien ayuda a otras mujeres que están pasando por el mismo tratamiento que ella.

Antonio Martínez es jubilado y tallista de madera, aunque su vida laboral estuvo ligada durante veinte años a Ensidesa. «Desde los doce años llevo trabajando la madera. Ahora todos los días por la mañana voy al taller para seguir trabajándola», indica Martínez, que también reclama un poco más de apoyo para este sector. «La madera tallada es cara, mis clientes son mis hijos. Pero sí que podrías montar una escuela para enseñar a otros. Pero no puedo porque con este sistema de jubilación te quitarían la pensión, que es mi sustento. Cualquier podría decir que no les importa que se pierda el oficio», recrimina Antonio Martínez, que a la vez recalca que «dar vida a una materia muerta es algo precioso, que pocos saben valorar».

Martínez recuerda como la llegada de los muebles de fornica fueron dejando en un segundo plano a la madera de verdad. «Se convirtió en un artículo de lujo, uno que a mí me enamora. Nunca me he planteado dejar la talla. Es lo que me encanta hacer, es más, me gustaría morirme en el taller para que quede reflejada siempre esa unión que tengo con la madera».

Bernardo Rodríguez es arquitecto y poseedor de la Gran Cruz del Mérito Humanitario que certifica grandes trayectorias personales y profesionales de todo el mundo. «Me llamó el alcalde para decirme que era uno de los premiados. Para mí es una ilusión tener este premio, es una recompensa a mi labor profesional y personal», afirma el arquitecto, natural de Nubledo. Este premio del Ayuntamiento compartirá vitrina con otros como las insignias de la Asociación Española de Capitanes de Yate para Reserva Civil, de la Real Academia Española de Capitanes de Yate, de piloto de aviación, de reservista honorífico de la Armada Española y de la patrullera auxiliar marítima de la Real Liga Naval Española. Aunque la lista de distinciones es extensa, Bernardo Rodríguez lo tiene claro. «Mi vida seguirá siendo igual que hasta ahora y continuaré siendo amable, cariñoso y escuchando a los demás».

El deporte corverano ha despuntado en estos Juegos Olímpicos y de ello puede dar fe María del Mar Rodríguez, docente jubilada del colegio de Los Campos, donde impartió clase de Educación Física durante 32 años. Por sus clases pasaron figuras como los hermanos Martínez villaverde, Rubén Álvarez Hoyos o Alberto Domínguez. «El deporte en el concejo ahora está muy bien. Es más fácil practicarlo que cuando yo empecé. Tenía que barrer el gimnasio yo y sólo tenía un balón de fútbol y otro de baloncesto que se deshinchaba», recuerda la profesora. Su figura también destaca por ser una de las impulsoras de los eventos deportivos del concejo al ser la primera en organizar los equipos que participarían en los juegos deportivos del Principado o los Juegos Municipales de Corvera. «Todo surge del día adía. Salíamos al patio y veíamos que los niños no sabían jugar y les enseñamos juegos tradicionales, que derivaron en las Olimpiadas de los Juegos de Antes», explica.

La importancia del deporte

María del Mar Rodríguez se jubiló el curso pasado, pero sigue defendiendo que dentro del currículum educativo de los colegios tenga una fuerte presencia la educación física. «No está bien valorada, siempre se la consideró como una María, no le dan importancia pero lejos de eso debería haber más horas de educación física a la semana. Es la asignatura en la que conoces de verdad al alumno y sus problemas y los puedes valorar. Eso sin descontar sus beneficios para la salud», explica la profesora.

En un bajo de Los Campos se encuentra la sede de Tutú Estudios, donde han grabado sus trabajos discográficos muchos de los artistas asturianos. Su gerente, Sergio Rodríguez, completa la lista de Corveranos Ejemplares de este año. Lleva más de dieciséis años metido en un estudio de grabación, que en ocasiones deja para actuar con algún que otro grupo. «Como muchos de los músicos de Corvera comencé con la Banda de Música y con el paso de los años me decanté por el otro lado de la música», cuenta el músico, que también recuerda que su primer trabajo en el nuevo estudio de Los Campos fue la grabación del disco de Xulio Antidio en el año 2005.

«El sector vive momentos complicados pero yo no me puedo quejar, es un privilegio vivir de lo que te gusta. Esto es cíclico y volverá a tiempos buenos, eso sí hay que apostar por otros soportes para la industria. La música en vivo está en auge ahora en cambio el disco físico acabará por desaparecer», reconoce Sergio Rodríguez.

Los Corveranos Ejemplares quedarán marcados en la historia del concejo igual que el municipio lo está en sus vidas personales y profesionales.