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SHEYLA GONZÁLEZ
Sábado, 10 de diciembre 2016, 00:33
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El bar Yamiqueo abrió sus puertas hace menos de un año y en estos pocos meses de andadura ya ha sufrido dos robos. El último tuvo lugar la madrugada del pasado jueves. Los cacos hicieron caso omiso a los sistemas de seguridad y accedieron al establecimiento, ubicado en el pasaje del Peral, en Las Vegas, para llevarse la recaudación de la máquina recreativa.
«Rompieron el cristal para poder entrar y fueron directos a por la tragaperras, igual que ya había sucedido en el anterior robo», explicaba ayer su propietario Antonio Inclán, que se mostraba resignado ante la situación. Aún desconoce el importe exacto que sustrajeron los ladrones pero insiste en que «lo hacen rápido, van a por aquello que saben que tiene dinero y no se entretienen», cuenta. El hostelero lamenta la poca utilidad que han tenido para él los sistemas de alarma. «Yo ya no puedo tener más seguridad, me queda solo tapiar la puerta para que no puedan entrar», clama Inclán.
Más incidentes
En la calle contigua, en el pasaje del Naranjo, el bar Mosaico también ha sido víctima en tres ocasiones de los robos. En su caso el último tuvo lugar el pasado mes de agosto y en él los cacos se cebaron con la puerta de entrada para después destrozar también la máquina tragaperras. Las Vegas sufrió hace unas semanas un repunte de los robos en establecimientos y comercios, que parecía haber remitido en los últimos tiempos.
La misma madrugada del jueves la cervecería La Sartén de Villalegre también sufría los actos vandálicos de los ladrones. Tras un intento fallido la semana anterior, los cacos repitieron de madrugada y, en tan sólo tres minutos, consiguieron llevarse la recaudación de la caja registradora. «Venían a por ello directos. Tardaron muy poco y solo se llevaron eso, ni miraron para la tragaperras ni para el ordenador que tenemos aquí», explicó ayer su propietario Roberto Pereiras.
En este caso rompieron el cristal de la puerta de acceso para entrar al interior. Los propietarios pudieron ver todo el robo gracias a las imágenes captadas por otro establecimiento de la calle. Tras advertir que se acercaba la Policía Local los ladrones echaron a correr, «parece que van compinchados con alguien», apuntó Pereiras.
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