El castro de Podes, a vista de dron

Los castros marítimos a vista de dron. Las últimas tecnologías se ponen al servicio de la arqueología para permitir avanzar en la investigación de terrenos en muchas ocasiones con numerosos secretos por descubrir. El viceconsejero de Cultura y Deporte, Vicente Domínguez, desvelaba ayer los detalles de un proyecto en el que se lleva trabajando un año y que, de momento, se ha centrado en el castro de Punta'l Castiellu, en Podes. Este espacio arqueológico servirá de punta de lanza para los estudios que pondrá en marcha a partir de ahora el Principado. De hecho, el Gobierno regional utilizará drones en 2017 y 2018 para la investigación y conservación de los castros marítimos asturianos. Y lo hará tras el éxito de la labor desarrollada en el citado castro gozoniego, que ha generado, además, imágenes aéreas de gran calidad de este enclave así como fotografías verticales georreferenciadas, nubes de puntos en 3D y ortofotografías georreferenciadas y medibles.

Los castros, tanto por el número de yacimientos catalogados como por la calidad y riqueza arqueológica de los mismos, constituyen una de las muestras más destacadas del patrimonio asturiano y representan la expresión material del poblamiento en la Edad del Hierro y época romana.

La particular localización de estos enclaves en el borde costero, la acción erosiva del mar y los procesos asociados a la misma causan una afección permanente y progresiva a estos espacios. Y, también, complican la labor investigadora. Recabar la mayor cantidad de datos a través de los drones es solo la primera parte del proyecto. Después, toca investigar esa documentación desde un punto de vista arqueológico y, también, desde otras perspectivas que puedan influir a la hora de desarrollar nuevas campañas en estos espacios.

Los datos del castro de Punta'l Castiellu fueron trasladados al Instituto de Prevención y Riesgos Laborales para que elaborara un informe sobre seguridad y salud laboral a la hora de acercarse al yacimiento con fines investigadores. El análisis descarta «la intervención en determinadas zonas pues la movilización del terreno implicaría potenciales graves consecuencias para arqueólogos y trabajadores», explicaron ayer el viceconsejero de Cultura y la directora general de Patrimonio, Otilia Requejo.

«El uso de drones es especialmente eficaz en la fase de documentación de un patrimonio en ocasiones de imposible o difícil acceso», remarcaron. El viceconsejero de Cultura añadió que este proyecto supone «un antes y un después en la conversación del patrimonio arqueológico». «No se está planteando algo que no ha comenzado o con vistas al futuro, sino que es algo que ya se puede plantear gracias a un año de trabajo intenso», aseguró.

Precisión suiza

El proyecto lleva por nombre 'Castros marítimos asturianos a vista de dron (2017-2018)' y con las nuevas tecnologías aplicadas a la investigación, conservación y difusión de los castros asturianos se incorporan tecnologías que por su precisión, inmediatez y versatilidad constituyen una herramienta muy útil para generación de una base documental de referencia de estos yacimientos arqueológicos. También facilitará la planificación, seguimiento, control y gestión de los mismos.

Para la realización de este proyecto se ha utilizado tecnología suiza Sensefly. Con ella se han desarrollado hasta la actualidad aviones de ala fija no tripulados, ultraligeros y dotados de inteligencia artificial.

En Asturias hay, en la actualidad, más de doscientos castros documentados y 29 de ellos se encuentran en la franja costera.