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J. F. GALÁN
Martes, 17 de enero 2017, 00:05
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El Ayuntamiento de Corvera tiene previsto interponer a lo largo de este primer trimestre del año la anunciada demanda penal contra el Ministerio de Fomento por su «inacción» ante el ruido que soportan los vecinos de Trasona, atribuido al tráfico que soporta la antigua 'Y'. Así lo ratificó ayer el alcalde, Iván Fernández, en una nueva reunión con los afectados, a quienes solicitó que aporten testimonios y documentación que detalle los problemas que ha ocasionado a su salud la exposición a tales niveles sonoros durante años para incluirlos en esa demanda.
«Continuamos con nuestra cruzada para que el Ministerio de Fomento nos atienda y resuelva este problema histórico», dice el regidor, que también expresó su determinación de trasladar la situación al Parlamento Europeo. «Nunca antes un gobierno en Corvera había hecho tanto para tratar de resolver este problema», asegura.
El argumento principal que expondrá el Ayuntamiento en su demanda es un informe que recoge los niveles de ruido registrados en distintos lugares de la parroquia próximos a la autovía. Realizado entre 2015 y 2016, recoge treinta mediciones realizadas a lo largo de 45 días en quince puntos diferentes, tanto en horario diurno como nocturno, y los resultados no dejan margen para la duda. Veintiocho de ellas superaban los máximos permitidos, 65 decibelios durante el día y 55 por la noche.
A modo de ejemplo, los niveles más bajos registrados en horario nocturno en Gudín y La Marzaniella ascendieron a 68 y 76 decibelios, mientras que en lugares como la iglesia de San Pelayo el sonómetro alcanzó medias de 83 y picos superiores a noventa. El estudio señala a la 'Y' como fuente principal del ruido, si bien establece como secundarios el tráfico de la AS-19, el ferroviario y el industrial.
La 'cruzada' a la que se refiere Fernández se inició en 2011, coincidiendo con la victoria del PSOE en la elecciones municipales -formó gobierno en coalición con IU- y con su derrota en las generales celebradas ese mismo año. Desde entonces los distintos gobiernos han reclamado sin éxito al Ministerio que instale vallas antirruido a ambos lados de la autopista y que sustituya al firme de hormigón por asfalto para así reducir el ruido que general el tráfico.
Reducir la velocidad
Iván Fernández, también llegó a proponer que se reduzca a 80 kilómetros la velocidad máxima en el tramo que cruza la zona urbana, medida que ya se ha adoptado en ciudades como Oviedo o Gijón. Ayer, en la reunión con los vecinos, recordó que el grupo parlamentario socialista presentó una proposición no de Ley ante el Congreso de los Diputados para exigir al Ministerio que lleve a cabo las referidas medidas.
«La semana pasada volvimos a insistir con una carta al ministro en la que pedimos una reunión y no nos ha contestado», añadió el alcalde, que subrayó la importancia de que los vecinos aporten sus testimonios «como prueba del daño en la salud que han sufrido por los ruidos para forzar la demanda».
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