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Cohete Suárez, ayer por la tarde, con los trabajadores croatas al fondo, delante de La Casona del Alba, en Corias.
«Un amigo vio el fuego, llamamos a los bomberos y echamos la puerta abajo»

«Un amigo vio el fuego, llamamos a los bomberos y echamos la puerta abajo»

El piloto praviano de rallyes Cohete Suárez salva a ocho personas de un incendio en una casa en Corias

RUTH ARIAS

Martes, 17 de enero 2017, 00:05

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Dormían plácidamente en las camas y sofás de la casa rural en la que se alojaban sin saber lo que allí estaba ocurriendo cuando, de pronto, unos extraños irrumpieron en la vivienda y comenzaron a desperezarlos despavoridos. Al principio pensaron que eran unos ladrones y se asustaron, incluso se pusieron algo violentos, pero en realidad lo que ocurría era todo lo contrario. Eran sus salvadores. La casa se encontraba en llamas y ellos no se habían dado cuenta, y esos extraños habían tirado la puerta abajo salvándoles así la vida.

Los protagonistas de esta historia, que ocurrió en la madrugada del sábado en la localidad praviana de Corias, son el piloto local de rallyes José Antonio 'Cohete' Suárez y dos de sus amigos, entre los que se encuentra su copiloto, y ocho trabajadores croatas, que gracias a la rápida intervención de los tres jóvenes se libraron, al menos, de una intoxicación por humo en el alojamiento La Casona del Alba.

Cohete y sus compañeros, Agustín Rodríguez y Daniel Rodríguez, regresaban a casa después de una jornada de entrenamiento. Transitaban por la carretera AS-16 cuando Agustín se percató de que en uno de los inmuebles había llamas. «Hay una casa con fuego», advirtió a sus amigos. Su primera reacción fue la de llamar a emergencias, que de inmediato movilizó a dotaciones tanto del parque de Pravia como del de Avilés, según relataron los jóvenes. Pero no se quedaron ahí. Pensaron acertadamente que allí dentro podía haber gente y comenzaron a aporrear la puerta y dar gritos para advertirles.

Nadie respondió a sus voces, así que Cohete decidió intentar echar la puerta abajo. Lo consiguió «en dos patadas». Cuando logró entrar en el alojamiento, se encontró con un hombre durmiendo en el sofá. «No vi a nadie tan asustado en mi vida», reconoce, «pensaban que íbamos a robarles y nos querían pegar». El malentendido se resolvió rápidamente, aunque tuvo que ser en inglés, ya que las personas que se encontraban dentro eran extranjeras. Se trataba de ocho croatas que se habían desplazado a la zona durante tres semanas para trabajar en una plantación de kiwis en La Rodriga.

Una intervención a tiempo

Cuando Cohete y sus amigos entraron en la casa, el ambiente «ya estaba muy cargado» aunque, afortunadamente, ninguno de los que se encontraban dentro había sufrido aún ninguna de las consecuencias del humo. «Los bomberos nos dijeron que si hubiéramos tardado media hora más habría pasado algo», cuenta.

Con los trabajadores ya fuera de la casa, los bomberos pudieron apagar el fuego rápidamente. Los primeros indicios apuntan a que se originó en la chimenea, afectando a la madera del alero. Afortunadamente, los daños materiales tampoco fueron demasiados y los croatas han podido regresar a su alojamiento sin mayores problemas.

Ayer por la tarde se produjo un reencuentro, en el que los trabajadores pudieron agradecer a sus salvadores, ya sin la sensación de susto, su heroica intervención. Salvadores y salvados pudieron compartir una charla y revivir las intensas experiencias del sábado por la noche y, además, encontrar algunos puntos en común. «¡Descubrimos que les gustaban los rallyes!», cuenta este piloto oficial de Peugeot, que en 2015 se hizo con la Copa 208 en Francia y fue subcampeón mundial junior.

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