Borrar
Urgente «Cuando llegué abajo y vi las llamas, se me vino el mundo encima»
Los exalumnos de Valdediós sacan a la Virgen María en procesión por el claustro.
Recuerdos de aula en un Valdediós con «nueva vida»

Recuerdos de aula en un Valdediós con «nueva vida»

La hermandad de exalumnos celebra su encuentro anual con la presencia, por primera vez, de las Samaritanas

ALICIA G.-OVIES

Martes, 2 de mayo 2017, 00:05

Necesitas ser suscriptor para acceder a esta funcionalidad.

Compartir

La Hermandad de Antiguos Alumnos y Amigos de Valdediós celebró ayer su tradicional encuentro anual en el monasterio. Fue un jornada especial por la presencia, por primera vez, de las Carmelitas Samaritanas del Corazón de Jesús. Su llegada al templo le ha dado una nueva imagen a las instalaciones religiosas, devolviendo la vida a cada pequeño rincón. Su presencia, además, ha devuelto la esperanza a los exalumnos del seminario, quienes el año pasado, por estas mismas fechas, reivindicaban un futuro para el cenobio.

«Son unas mujeres jóvenes y abiertas. Le dan mucha vida al monasterio. Yo siempre les digo que deberían sacarle más provecho a la tienda», aseguró Severino Álvarez, presidente de la entidad. Ellos fueron, como él recuerda, los que más presionaron para que el Arzobispado permitiese la llegada de los monjes del Císter al monasterio. «Por desgracia eso no salió bien», lamentó. En enero de 2009, el por entonces arzobispo, Carlos Osoro, decidió que abandonaran el cenobio provocando un fuerte revuelo entre la sociedad asturiana.

La llegada hace casi un año de las Samaritanas ha devuelto la vida que reivindicaban desde la hermandad. El frío que tan bien conocen los antiguos alumnos del seminario ha dejado paso al calor de su presencia. «No me gusta recordar las tristezas, pero para lavarnos los pies teníamos que romper el hielo del río», recordó José María Méndez, de 84 años. Él fue estudiante en el curso 1946-1947. Ayer fue uno de los encargados de cargar sobre sus hombros la talla de la Virgen María por el interior del claustro. «Llevo viniendo a estos encuentros desde el principio. Soy un veterano», aseguró.

La experiencia de acudir al seminario suponía, en aquella época, una forma de conocer mundo y aprender costumbres cercanas, pero muy lejanas a la vez. «Venían chicos de Zamora, Santander y León. Te encontrabas con expresiones muy raras. Yo era la primera vez que veía un frontón. Incluso los que venían de la cuenca minera te sorprendían», contó Álvarez. Su madre tenía que hacer noche para poder ir a verle desde Cangas de Onís. Una situación muy diferente a la actual.

La jornada de ayer contó con la presencia de otros seminaristas. como el párroco Agustín Hevia Ballina, archivero de la Catedral de Oviedo y párroco de Llugás, quien el 0 de mayo será nombrado Hijo Predilecto de Villaviciosa. En la homilía, en la que estuvo acompañado por cuatro sacerdotes más, recordó que este era «el mejor mes del año», el mes de María. «Es más famosa que todas las mujeres célebres de la historia», aseguró.

Reporta un error en esta noticia

* Campos obligatorios