Lombrices de California para cultivar el humus maliayo

El humus de lombriz en un producto orgánico, en cuya elaboración no se utiliza ningún tipo de elemento dañino para el suelo ni los cultivos. De ahí que sea muy utilizado por aquellos agricultores ecológicos que apuesten por una alimentación más natural. A pesar de sus beneficios, solo hay un empresa a gran escala en Asturias que lo comercialice.

Ahora, en la parroquia de Breceña, Virginia Cerdá y su marido, Franklin Almao, han convertido su pequeña parcela en un centro de producción bajo el nombre Agrícola Autana en otra alternativa para los interesados. «Aporta macro y micronutrientes a las plantas y regula las características físico-químicas de los suelos», detallan de sus beneficios la pareja de productores. En su producción, utilizan la especie roja californiana, que permite producir el humus en un tiempo mucho más rápido que la lombriz común, dado que puede llegar a consumir su peso en comida en tan solo un día.

Además, se reproduce mucho más rápido. «Hemos empezado con 40.000 lombrices y cuatro metros cuadrados de producción. En tan solo dos meses, esperamos tener el doble. Y así sucesivamente», resaltan.

'Lombrices al rescate'

Para poder llevar adelante todo este proyecto, han comenzado una campaña de crowfunding, bajo el nombre 'lombrices al rescate' con la que esperan recaudar el dinero suficiente para comprar los materiales básicos. Su intención es lograr 3.300 euros, que les daría «para empezar a andar». «Lo demás ya serían extras: una furgoneta para el reparto -ahora lo haríamos en nuestro coche-, y una carretilla autopropulsada porque el terreno es muy inclinado», resaltan.

Su intención no es quedarse solo en la producción de humus. El matrimonio se ha planteado comenzar a impartir charlas a largo plazo para dar a conocer los beneficios del humus a los agricultores de la zona para que ellos mismos puedan elaborarlo. Conferencias que incluirían también a los colegios de Villaviciosa. «Nos hemos dado cuenta de que la gente que trabaja como agricultores ni siquiera conocen esta opción», afirman.

Cerdá y su marido llevan año y medio viviendo en Breceña. De origen venezolano llegaron a España con la intención de emprender. Desde el primer momento, tuvieron claro que querían hacer algo relacionado con la ingeniería agrónomo y que tuviera un carácter ecológico.

«Sabíamos que encontrar un trabajo iba a ser difícil porque aquí las cosas tampoco están bien. Estuvimos buscando que podía servir para este terreno y encontramos el humus. En Asturias se dan las mejores condiciones para criar lombrices rojas californianas, hay mucha humedad y buenas temperaturas», explican.