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El Palacio de Trasona mantiene abierta únicamente la zona de bar de la planta inferior, el resto está cerrado por seguridad. MARIETA
Una joya arquitectónica deteriorada

Una joya arquitectónica deteriorada

El Palacio de los Condes de Peñalver acusa el paso de sus seis siglos de historia | La torre del siglo XVII sufre importantes problemas de seguridad, igual que las estancias interiores del edificio

S. GONZÁLEZ

TRASONA.

Domingo, 22 de octubre 2017, 02:48

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El Palacio de los Condes de Peñalver, anteriormente conocido como De los Rodríguez de León, en Trasona, es una de las joyas arquitectónicas de Corvera. Quizás la más importante y la más conocida por vecinos y visitantes. Su construcción data del siglo XV, aunque hay estudios que apuntan a que las primeras piedras se colocaron unos años antes, en el siglo XIV. Actualmente se encuentra deteriorado, cerrado al público casi por completo y con opiniones dispares sobre su futuro.

Hay quienes insisten en apuntar a un riesgo de derrumbe, mientras que el guarda del edificio Silvino Prendes asegura que «ni yo ni las siguientes generaciones lo veremos caer». Hace escasas semanas historiadores apuntaban en los Encuentros de Patrimonio que la primera torre construida del palacio, que data del siglo XV, estaba a punto de «caer» por culpa de una grieta que la atravesaba. «No es cierto, hubo una grieta hace décadas pero el Ayuntamiento la arregló y ahora está bien», destaca Prendes.

El pasado día 10 de octubre visitaron el palacio un arquitecto y un aparejador del Principado para ver de cerca las instalaciones y emitir un informe sobre ellas. «Se quedaron sorprendidos porque vieron que no es cierto que haya riesgo de derrumbe», puntualizó el guarda.

No ocurre lo mismo con las estancias interiores y la segunda de las torres, algo más tardía ya que se levantó en el siglo XVII. El corredor interior lleva una docena de años cerrado al público. En sus años de esplendor acogió talleres, exposiciones y hasta sirvió de hotel para la selección española. Atrás quedaron esos momentos, ahora nadie puede pasar por las puertas de entrada. «El corredor interior sí que puede venirse abajo porque está muy mal. Han pasado muchos años sin reformas y el edificio lo nota», comenta el guarda.

Silvino Prendes se encarga de vigilar que nadie traspase las puertas que dan acceso a las habitaciones y demás rincones del palacio. «Solo se puede entrar en el bar, el resto, por seguridad es mejor que esté cerrado», indicó el guarda. Aunque el palacio es propiedad de los herederos de los Condes de Peñalver, en la actualidad es un administrador judicial quien se encarga de todos los asuntos relacionados con el palacio.

Situación parecida a la de las estancias interiores la vive la segunda de las torres, construida en el siglo XVII. Unas vallas impiden que los viandantes se acerquen a sus muros por el peligro de desprendimientos. «En este caso sí que es posible que pueda caerse. Hay un palomar en su interior que ha deteriorado toda la estructura. Son cientos de palomas las que anidan ahí y ha sido imposible sacarlas», comenta Silvino Prendes. En estos momentos el tejado está derruido y su interior está impracticable.

El palacio mantiene abierto el pequeño bar de su planta baja, aunque la máxima actividad se registra cada 1 de mayo, con la Jira al Pantano, cuando miles de personas se acercan al edificio para verlo de cerca o tomar alguna consumición en el establecimiento, que también regenta Silvino Prendes junto a su familia.

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