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Urgente «Cuando llegué abajo y vi las llamas, se me vino el mundo encima»
Las vendedoras de la plaza, acompañadas por el alcalde Alejandro Vega y miembros de Cubera, junto al diploma que exhibirán en las instalaciones del mercado semanal. A. G.-O.
Las vendedoras de Villaviciosa piden «fomentar» la plaza de Abastos

Las vendedoras de Villaviciosa piden «fomentar» la plaza de Abastos

Reclaman al Ayuntamiento el arreglo de las goteras y medidas para alejar a las palomas. Al Principado, reivindican más ayudas para el campo

ALICIA G.-OVIES

VILLAVICIOSA.

Jueves, 21 de diciembre 2017, 00:14

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Viven por y para el campo. La huerta es su válvula de escape y el mercado de los miércoles en la plaza de Abastos una forma de socializar y pasar un buen rato. La Asociación Amigos del Paisaje Cubera premió el martes «a las mujeres que llevan años, toda la vida, sacando adelante eso que ahora llaman comercio saludable, slow food o mercado de proximidad», explicaron en el colectivo. Desde ayer, el diploma conmemorativo ya luce junto a sus puestos de fruta y verduras. Por ahora, lo hace en un caballete de madera, pero el Ayuntamiento ya trabaja para dejarlo de forma definitiva fijado en una de las paredes.

«Hay que levantar y fomentar esta plaza porque es de las más bonitas que hay en toda Asturias», asegura Mercedes Costales. Opinión que comparten sus compañeras. Todas ellas recuerdan como «hace años hasta el mercado llegaban carros y carros tirados por burros y vacas cargados de productos». Una imagen que a día de hoy es imposible ver. Las opciones han disminuido, así como el número de vendedores y de clientes.

Las instalaciones no pasan tampoco por su mejor momento. Las goteras son constantes en días de lluvia, así como las palomas. «Ya no sabemos por donde entran», reconocen. El Ayuntamiento cerró las entradas con puertas automáticas y hace poco ha renovado los bancos, que tienen un diseño inspirado en el original del siglo XVIII.

Las grandes superficies comerciales, el cambio de vida hacia las grandes ciudades y las dificultades de vivir en el campo son algunas de las razones que apuntan las mujeres para explicar la disminución de clientes y ventan que han sufrido. Por ello, reclaman que «es necesario aumentar las ayudas a la agricultura y ganadería, así como animar a los jóvenes a trasladarse a la zona rural, compensarles por trasladarse a vivir al campo, incentivarles». Advierten de que «en la zona rural es muy difícil ganar mil euros al mes. La gente joven prefiere un trabajo fijo y más estable, no tan duro», afirman

Han dedicado toda la vida al campo. Quetina Crespo comenzó a trabajar hace más de sesenta años, igual que Mercedes Costales, quien ahora acude con su marido Mario Álvarez. «Me acuerdo de ir con mi abuela a vender a Gijón en burro. Cuando llegaba a La Guía ya tenía que dar la vuelta porque lo había vendido todo», comenta.

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