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Un sonriente Rafael Sariego, en una imagen tomada en febrero de 2013, en la Junta General del Principado.

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Un sonriente Rafael Sariego, en una imagen tomada en febrero de 2013, en la Junta General del Principado. MARIO ROJAS

Muere Rafael Sariego, el consejero de Salud que impulsó el nuevo HUCA

Cirujano de profesión y ovetense de pro, falleció a los 72 años víctima de un cáncer en el hospital que el mismo promovió

Domingo, 27 de mayo 2018, 05:00

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Fue consejero de Salud entre 2003 y 2007, en la legislatura de Vicente Álvarez Areces (PSOE), y también presidió el Consejo Social de la Universidad de Oviedo de 2007 a 2012, pero lo que a Rafael Sariego -Rafa Sariego-, cirujano de profesión, le «llenaba el alma» eran las joyas del prerrománico y la Catedral de Oviedo. Ese Oviedo que llevaba 'pegado' al corazón y a la piel y del que hacía gala siempre que podía... Y no solo en lo futbolístico. De «ese Oviedín del alma», como le definían sus amistades, que eran muchas, se fue en la madrugada de ayer dejando a la sanidad asturiana sumida en una profunda tristeza. Rafa Sariego falleció víctima de un cáncer a los 72 años de edad. No pudo con este segundo envite. Murió en el HUCA rodeado de los suyos en un hospital que como consejero impulsó y defendió y al que vio nacer en La Cadellada desde sus cimientos.

Pero Rafa Sariego fue muchas cosas. Director y subdirector médico del Hospital Central de Asturias, cuando el complejo sanitario estaba en El Cristo y se componía de una maraña de edificios, jefe de sección y responsable de la unidad de Cirugía Mayor Ambulatoria y coordinador del sector sanitario de la Federación Socialista Asturiana (FSA).

Afable, cercano, sonriente, hombre tranquilo y gran conocedor de las artes y la música -«ir con él al Museo Thyssen era una gozada», relata un antiguo asesor suyo-, Rafa Sariego cogió en 2003 el testigo que había dejado Francisco Sevilla al frente de la sanidad. Lo hizo en un momento crucial, cuando la región apenas llevaba año y medio con las competencias que le había transferido el entonces Insalud. A él lo tocó lograr financiación para el nuevo HUCA cuando el Ministerio de Sanidad, en el que entonces estaba Elena Salgado, apenas dio unas migajas vinculadas únicamente al Instituto Nacional de Silicosis. Sariego viajó a Bruselas, por encomienda de Álvarez Areces, y se trajo bajo el brazo un crédito del BEI (Banco Europeo de Inversiones). Crucial también fue su intervención en defensa del nuevo hospital Álvarez-Buylla, en Mieres.

Huelga médica y radioterapia

Solventado el 'sudoku' hospitalario, a Sariego le tocó lidiar con los médicos del Servicio de Salud del Principado, cuando en el año 2006 comenzaron a exigir el plus de carrera profesional que otras comunidades ya disfrutaban. Le costó una semana de huelga médica del Simpa (del 24 de octubre al 1 de noviembre) y algún que otro atragantón mediático pero, al final, hubo acuerdo (eso sí, a base de chequera). Similar atragantón vivió con los vecinos de Gijón cuando éstos salieron a la calle para reclamar que se acercaran a la ciudad los tratamientos oncológicos de radioterapia, hasta entonces centralizados en Oviedo, en el viejo HUCA.

Rafa Sariego era una persona muy querida y respetada dentro y fuera de la profesión médica, algo que quedó patente ayer, en el tanatorio de Los Arenales. Estaba casado con Carmen Chacón y tenía dos hijos, Bruno y Pablo. También dos nietos, Álvaro y Eric, que le echarán muchísimo de menos y con los que ya no podrá pasar los veranos en Nueva, en Llanes.

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