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Amor vaqueiro bajo un sol radiante

Amor vaqueiro bajo un sol radiante

Trajes tradicionales y música asturiana en un paraje casi único, rodeado de montañas. Estas son las premisas de la ceremonia vaqueira de Aristébano, un enlace matrimonial que no hay duda se sale de lo normal

Jessica M. Puga

Domingo, 27 de julio 2014, 17:51

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Como cada último domingo de julio, la más pura tradición vaqueira llega al Alto de Aristébano, situado entre los concejos de Valdés y Tineo. Ayer, Ramiro García Pérez, de 33 años y natural de Villayón, y Rocío Álvarez González, de 26 años y natural de Puerto de Vega, se dieron el 'sí, quiero' rodeados de la familia, los amigos y centenares de curiosos que no quisieron perderse tan peculiar enlace. Ellos fueron los novios vaqueiros de este año. Los protagonistas de un enlace que supone muchas cosas. Si el día de la boda es, para los novios, una jornada mágica, más importante es cuando la tradición se convierte en el otro pilar clave a tener en cuenta. Trajes tradicionales y música asturiana en un paraje casi único, rodeado de montañas. Estas son las premisas de la ceremonia vaqueira de Aristébano, un enlace matrimonial que no hay duda se sale de lo normal.

"Ahora no estamos muy nerviosos, es más la emoción por ver a tanta gente y las ganas porque todo salga bien", explicaba la feliz pareja, ya ataviada con el traje tradicional, poco antes de que comenzara la subida al Alto. Los festejos comenzaron a mediodía, con algo de retraso respecto a la hora acordada. A las 12.15 horas, todo estaba preparado, empezando por los novios y continuando por sus invitados y los responsables de la organización. A la espera también estaban Navarro y Alegre, la pareja de bueyes que debía guiar la comitiva, custodiando el ajuar y la cama de la feliz pareja. Finalmente, comenzó la subida, que los novios hicieron primero a pie y luego a caballo. Decenas de personas les acompañaron en esta ascensión al son del '¡Vivan los novios!'o ¡Viva Asturias!. La música tradicional, con la gaita a la cabeza, amenizaban el recorrido que duró algo menos de una hora y en el que el ritmode los animales, marcaba el paso.

Finalmente llegaron al prao en el que se celebra el enlace, en el que cientos de personas esperaban su llegada. Aquí se habilita una parroquia improvisada para que el cura oficiará la ceremonia. Con el intercambio de los anillos y de las arras, que custodiaba la pequeña Ángela Pérez, de seis años y ahijada de la novia, la pareja se dio finalmente el 'sí, quiero'. Junto a los felices de recién casados, otra pareja vaqueira se llevó parte del protagonismo. Fueron Ramiro Vidal y María del Carmen Gayo, quienes celebraron sus 35 años de matrimonio. "Estamos muy emocionados por estar de nuevo aquí. Todo está igual", dijeron, quienes aún se emocionan al recordar el día en que ellos eran el centro de todas las miradas.

El sol y el intenso calor, que llegó a ser asfixiante en las horas centrales del día, acompañó a los recién casados durante todo el día.La música, el baile y la buena comida cerraron los festejos.

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