La colaboración prende en Figueras

Fernando Quintana, alma máter del Cross y Paseo Solidario Villa de Figueras, recuerda siempre que tiene oportunidad que la prueba que se disputa desde hace cinco años en el entorno de la playa de Arnao «nació en la cama de un hospital» para contribuir a la lucha contra el cáncer. Por eso, la carrera surgió vinculada a la Fundación Sandra Ibarra. No obstante, su organización, y también la de la Comida Solidaria Villa de Figueras que se celebra en octubre, requería el respaldo de un colectivo constituido. Primero fue la comisión de fiestas de Figueras; después, la asociación de mayores Cristo del Buen Viaje. Pero la solidaridad y la implicación ciudadana que han aunado necesitan su propio nombre. Así ha nacido Figueras Solidario.

La nueva entidad, que se presentó ayer con una conferencia de voluntarias de la Plataforma Unidos por la Médula de Asturias, facilitará las gestiones que precisa la organización del cross o cualquier nueva actividad al contar con autonomía propia. No obstante, también «se le da entidad a las personas que han colaborado tanto tiempo de manera totalmente desinteresada», destaca Quintana, quien ostentará una representación honorífica.

No obstante, la asociación está abierta a todos los que quieran arrimar el hombro. Y es que no se prevé el cobro de cuotas: «El trabajo y el tiempo también es dinero».

A esto, el presidente de Figueras Solidario, Fernando García, añadió que «hay un abanico amplísimo de maneras de colaborar» y que las acciones de la asociación «serán finalistas». Así, explicó, se organizarán actividades para causas concretas, ya sean de carácter comarcal o particular, y «la cuenta de soporte de cada acción se cerrará una vez se termine». Se seguirá de este modo la estela de las donaciones al hospital de Jarrio financiadas con la recaudación del cross, sobre lo que afirman que «no es un logro de la asociación, sino de todos los que suman a la iniciativa».

Con este método de organización también tratan de evitar que se diluya su razón de ser: «No se puede olvidar que lo que se hace se dedica a los enfermos, a las familias y a los que se han ido, que son los que más fuerza nos dan», subraya Quintana.