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D. SUÁREZ FUENTE
Domingo, 24 de mayo 2015, 01:32
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La parroquia rural de Trevías se ha visto obligada a paralizar las obras de una rampa de acceso desde el paseo fluvial hasta el Centro de Personas Mayores Valle del Ese. Se trata de una pequeña infraestructura, con un presupuesto de 8.000 euros, que ha sido detenida por la Confederación Hidrográfica del Cantábrico (CHC) por carecer del permiso necesario.
Pablo Suárez, presidente de la entidad rural, lamenta la decisión de la Confederación y justifica que no hayan pedido autorización en que, «al ser una zona urbana, creímos que no hacía falta». Además, señala que cuando la parroquia construyó un acceso similar en la otra margen del río Esva, no solicitó permiso «y no ocurrió nada».
Suárez, que lamenta no poder culminar la obra antes de retirarse de la política activa, siente que los usuarios del centro de mayores tengan que seguir esperando por este paso, «pero donde manda capitán, no manda marinero». Piensa que la obra, que facilita el acceso a personas con movilidad reducida al equipamiento, «se podrá ejecutar en el futuro, pero siempre con el visto bueno de la Confederación».
Así, a su entender, la paralización de estos trabajos supondrá una perdida de servicios para los trevienses, pero también afectará al presupuesto de la parroquia, ya que la empresa tendrá que cobrar el movimiento de tierras que ha realizado.
Diferencias entre vecinos
Por su parte, José Antonio Rodríguez, presidente de la Asociación de Mayores Valle de Ese, que había solicitado el paso hace tiempo, cree que es una obra necesaria y critica que «la Confederación se mete en todo. Es una pena que no se haga».
Al gerente del bar que se encuentra en el local de mayores, Juan Ramón Beltrán, también le parece «terrible» que impidan la ejecución de la rampa ya que «es bueno para todos los vecinos del pueblo». Si el problema es el agua, comenta, «podrían meter unos tubos».
Una opinión diferente manifiesta Aurelio Menéndez, un vecino con discapacidad que precisa una silla de ruedas para moverse: «Veo bien que la quiten porque la tengo metida en la ventana de casa», comenta.
A este vecino de la localidad valdesana no le importaría que la obra la hiciesen un poco más alejada, para evitar los ruidos nocturnos de todas las personas que por allí pasasen. Con todo, afirma que «yo, por mí, paso sin ella».
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