Controlado el incendio que obligó a evacuar una localidad de los Oscos

El incendio declarado el pasado domingo en el pueblo de Ferreira, en Santa Eulalia de Oscos, se dio por controlado durante la mañana de ayer, una operación en la que colaboraron efectivos aéreos y equipos de bomberos de las bases de Barres, Grandas de Salime, Ibias, La Morgal y Avilés. Además, participaron la brigada contra incendios, varias empresas forestales y vecinos del municipio. Durante toda la noche del domingo una treintena de efectivos trabajaron para la extinción.

Beatriz Pereira, vecina de Ferreira, aseguró que el fuego llegó hasta muy cerca de las casas. Ella vive con su marido, sus dos hijos y su suegra. «Nos avisó la Guardia Civil de que estuviésemos preparados para marchar», relató. Entonces, guardó la documentación, cogió algo de dinero y ropa para los niños. Al final, la familia pasó la noche separada: su suegra se quedó en un hotel en Santa Eulalia de Oscos -el hotel Pedro acogió a nueve vecinos-, sus hijos se quedaron en casa de unos amigos y ella y su marido durmieron en su vivienda, con la ropa puesta por si tuvieran que salir escapando.

Esta familia vive de la ganadería de carne y cuenta con un total de veinte vacas, un toro y 19 terneros, animales que no corrieron peligro, ya que «en cualquier momento los podíamos soltar para el prado de abajo junto al río», aseguró.

La evacuación parcial afectó a los 16 vecinos que viven durante el verano y que ya han podido regresar a sus casas.

Superado el susto, Beatriz Pereira elogió las labores de los efectivos de extinción de incendios y de los vecinos que ayudaron a sofocar las llamas: «Fueron muy rápidos», afirmó. Por otro lado, esta vecina no ha visto con buenos ojos la actuación de muchos turistas, que se acercaban a hacer fotos: «Estarían mejor ayudando», reprochó.

Desde el Ayuntamiento de Santa Eulalia de Oscos han colaborado con los bomberos en las labores de extinción, llegando incluso a desalojar la piscina municipal para ponerla a disposición de los helicópteros de Bomberos, a fin de que contaran con una toma de agua cercana para cargar y vaciar sobre las incontrolables llamas de este foco. Además el alcalde, Marcos Niño, se ha preocupado de primera mano por la situación de sus vecinos y ha colaborado en todo lo posible con los servicios de extinción.