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Ignacio Rois, José Manuel Fernández y Shanil Jayaloardena, durante su estancia en Cadavedo.
El padre Galo, en la memoria de Cadavedo

El padre Galo, en la memoria de Cadavedo

Misioneros oblatos explican cómo el religioso trasladó al concejo las enseñanzas de su congregación

D. S. FUENTE

Martes, 12 de julio 2016, 00:31

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Los padres Luis Ignacio Rois y Shanil Jayaloardena, de la Congregación de Misioneros Oblatos, homenajearon este fin de semana en Cadavedo al padre Galo (Cadavedo, 1884 -Luarca, 1939), perteneciente a dicha congregación y figura relevante del concejo que luchó por la recuperación de la lengua asturiana local y recuperó la fiestas de la Regalina, que se celebra cada último domingo de agosto.

Y es Fernán Coronas, el pseudónimo del padre Galo, llevó a su tierra natal muchos de los ideales de la congregación, como recuerda el padre Ignacio Rois: «Los misioneros oblatos intentamos recuperar las lenguas minoritarias de los pobres».

De hecho, el fundador de la congregación ayudó a difundir en su día el provenzal, lengua minoritaria, para ayudar a evangelizar las zonas más rurales de Francia, «algo que el padre Galo comprendió muy bien y lo trasladó a su pueblo natal», donde recupero la faliecha valdesana.

En su visita, los padres oblatos depositaron una ofrenda floral ante la tumba del padre Galo y visitaron su casa natal. Allí pudieron admirar la sotana y la cruz oblata donadas por la congregación, junto con una gran cantidad de archivos y correspondencia de Fernán Coronas.

José Manuel Fernández, miembro de la Junta por la Recuperación de la Casa del Padre Galo, pretende «recuperar todas las obras y documentación del padre Galo», dado que este último acostumbraba a escribir en cualquier objeto, como, por ejemplo, un abanico con poemas que se puede ver en el museo.

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