Zardaín exhibe con orgullo su nacimiento

Son unos 25 metros cuadrados de nacimiento. Para montarlo, han hecho falta cerca de dos meses de minucioso trabajo de los miembros de la asociación belenista del pueblo. «Este año, incorporamos la hilandera con la rueca, el herrero, un señor cepillando el caballo... que son todas figuras en movimiento», explicaba Yolanda Rodríguez, miembro del colectivo. En total, la composición cuenta con 500 figuras y Javier Menéndez se encarga de dotarlas de movimiento. «Es un trabajo complicado. Las figuras se compran estáticas y hay que acoplarles un motor. No todas sirven para ello. Lleva mucho tiempo», comentaba en la inauguración.

La panadera y el asador de castañas captaron la atención de Mario Martínez, vecino de Zardaín. «Me gustó verlos en movimiento. También me gustó mucho el batán, es lo que más suena», valoraba, sin dejar de buscar las novedades de esta edición.

En el belén tampoco faltan este año los elementos asturianos: 'curtines' de miel con el oso acechando, hórreos y los oficios de siempre. Se cuidan todos los detalles: las chimeneas no dejan de echar humo; los oficios respetan los horarios y, cuando cae la noche, van cesando las actividades; amanece por el este y el ángel anuncia el nacimiento entrada la noche.

Mientras, en el pico La Cogolla de Mones, Valdés, lucía ya el belén de cumbres colocado por una veintena de senderistas del grupo de montaña La Chiruca. Es una escultura de forja, obra del presidente del grupo, Teodoro Fernández.