Socorristas de Llanes protestan por la falta de medios en algunos arenales

En torno a una treintena de trabajadores de salvamento de las playas de Llanes se concentraron ayer frente al ayuntamiento de la villa para protestar por la carencia de medios en algunos arenales. Y es que, en la jornada de ayer muchos de ellos fueron testigo de tensas situaciones en las playas de Torimbia, San Martín y Ballota. Durante la mañana varias personas corrieron peligro por culpa de las fuertes mareas, aunque afortunadamente no hubo que lamentar ninguna desgracia, gracias a la rápida y eficaz colaboración entre el equipo de salvamento y sus coordinadores, pero también a la actuación de surfistas y usuarios que se encontraban en esos momentos en los arenales.

Alrededor de las doce de la mañana una mujer que se estaba bañando en la playa de Torimbia fue arrastrada por el oleaje sin que pudiera salir por medios propios. La llamada de un usuario que en ese momento se encontraba en el arenal alertó al Servicio de Emergencias, ya que en esa playa los socorristas solo cubren el servicio los fines de semana. Fue un surfista que se encontraba en la zona quien, al darse cuenta de la situación de peligro, acudió a ayudar a la mujer. Tras dar aviso y en cuestión de minutos una lancha de salvamento, que se encontraba en Palombina, acudió «lo antes posible» al rescate. Pero parece ser que nada estaba a favor. De los dos socorristas que viajaban en la embarcación, uno de ellos saltó al agua, mientras que el otro permaneció en la misma para, posteriormente, trasladar a la víctima. Con tan mala suerte que al intentar esquivar una de las olas, el cable que une el chaleco del socorrista acabó a la lancha, «por las prisas o por los nervios», falló, tirando al joven al mar y siguiendo la embarcación su curso, que finalmente, quedó inutilizada.

Además de este rescate, los socorristas también tuvieron que atender otras situaciones de emergencia en el arenal de Torimbia y también en Ballota y San Martín, donde se personaron trabajadores de las playas de Poo y alrededores. «Gracias a la colaboración humana de todos nosotros, no ha habido que lamentar ninguna desgracia. Pero no puede seguir así», detallaba David Andrés.

«No es un lujo, es necesidad»

Por ese motivo, demandan más medios para garantizar la seguridad de todos los usuarios de las playas, «que cada vez son más». «No es un lujo, es una necesidad», manifestaban algunos. La playa de San Martín, por ejemplo, «carece de personal de salvamento todos los días de la semana y es una de las más peligrosas que hay», explicaba David Andrés. «La gente llega, no ve ninguna señalización ni a nadie que les controle, se confía y puede pasar cualquier cosa», añadía.