Borrar
La esposa, hijos y familiares de Floro Noriega descubren la placa que le recuerda como benefactor de la Residencia Ulpiano Cuervo.
«Trabajó siempre desde la humildad»

«Trabajó siempre desde la humildad»

Ribadedeva distinguió ayer a Floro Noriega como Hijo Adoptivo del municipio

GUILLERMO FERNÁNDEZ

Domingo, 26 de octubre 2014, 01:19

Necesitas ser suscriptor para acceder a esta funcionalidad.

Compartir

Hace poco más de un mes, el pasado 29 de septiembre, el Ayuntamiento de Ribadedeva aprobaba por una unanimidad de todos los grupos políticos con representación en el Consistorio, conceder a Florencio Noriega Ruiz 'Floro Noriega', el título de Hijo Adoptivo de Ribadedeva. Floro, nacido en Santander, había fallecido el 31 de marzo de 2014 a la edad de 88 años y de recoger ayer la distinción se encargaron sus esposa, Aurora Bastos, y los cinco hijos del matrimonio: José, Aurora, Mariano, Manuel y Santiago. También estaba presente una amplia representación de familiares, amigos y vecinos del municipio a quienes había sorprendido en los últimos años la «generosidad y capacidad de trabajo» de Floro Noriega.

Fue un empresario de éxito y, al dejar los negocios familiares, se retiró a vivir en Colombres, donde abanderó infinidad de proyectos para los que «era el primero en ofrecer ideas y realizar aportaciones de su propio peculio». Así lo explicó Jesús Bordás, alcalde de Ribadedeva, quien reconoció en Floro Noriega a «una persona afable, amena, entrañable y generosa». Un hombre que «impulsó infinidad de obras y mejoras aportando recursos propios», así como «un vecino más, que fue al encuentro y el compromiso con la sociedad local».

Manuel Collera, presidente del patronato de la Residencia Ulpiano Cuervo destacó en Noriega su «fuerza, energía e ilusión por sacar adelante los proyectos, siempre desde la humildad». El párroco de Ribadedeva, Amador Galán, precisó que Floro Noriega «se abrió a todos los vecinos en busca de los mejores horizontes para el concejo. Su grandes obras fueron las mejoras en la Residencia Ulpiano Cuervo y la rehabilitación de la iglesia, pero, sobre todo, estaba muy interesado en recuperar el patrimonio local».

El hostelero Juan Ignacio Castaño, presidente de la asociación Ribadedeva Cultura y Naturaleza, que trabajó algunos proyectos con Noriega, le definió como «un maestro de la bondad, que te enseñaba a gestionar las ideas. Era uno de los imprescindibles, un hombre con clase, que huía de la vanidad».

Reporta un error en esta noticia

* Campos obligatorios