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Miguel Angel Pérez y Carlos Fraga, con la placa colocada en memoria de Don Eusebio.
La memoria de don Eusebio, para siempre en Collera

La memoria de don Eusebio, para siempre en Collera

Los vecinos quieren mantener los Encuentros del Parroquiu, uno de los legados que les dejó el que fuera su párroco durante décadas

JUAN GARCÍA

Miércoles, 10 de diciembre 2014, 00:18

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La memoria de Don Eusebio, el que fuera cura-párroco en el oriente rural del concejo de Ribadesella, sigue presente entre sus parroquianos seis meses después de su fallecimiento. Para que su presencia se mantenga a perpetuidad y su nombre nunca se olvide en estas tierras, el sábado fue descubierta una placa nominativa en el pórtico de la iglesia de Collera. Un sentido reconocimiento que se financió a través de suscripción popular entre los feligreses de las tres parroquias donde ejerció su labor pastoral: San Mamés de Cuerres, San Juan de Santianes y San Martín de Collera. «La verdad es que el pueblo respondió muy bien, porque Eusebio se merecía esto y más», afirmó Miguel Angel Pérez Aller, una de las personas promotoras del acto.

Este se celebró en el marco de los Encuentros del Parroquiu, evento nacido en 1991 alrededor de la figura de don Eusebio González-Morante y Fernández. Unos encuentros que lo único que han pretendido a lo largo de todos estos años es reunir en una misma mesa a aquellas personas que él había bautizado, casado, confesado o confirmado. Una celebración que con los años ha ido incorporando a los nietos y biznietos de aquellos, a las nuevas generaciones nacidas en los pueblos de Cuerres, Toriellu, Meluerda, Camangu, Collera, Lloviu o Santaines. Y es que 64 años de vida pastoral dan para mucho. Pérez Aller recordó que cuando Don Eusebio llegó a Collera «yo tenía cuatro años y él fue quien me dio la primera comunión». Hoy en día con 68 años lo recuerda como «el formador y el guía para muchas de las gentes de estas tres parroquias». Un hombre que fue «todo bondad» para estos pueblos.

Don Eusebio falleció el 29 de mayo pasado a los 89 años de edad. Este mes cumpliría 90 años, así que nada mejor que aprovechar esa ocasión para rendir un homenaje póstumo a un reverendo que dejó profunda huella entre todos cuantos le conocieron y trataron. Un reconocimiento público que fue «sencillo, pero hecho con mucho cariño». Todo empezó con una misa oficiada por José Ramón Fernández Abad, párroco de Ribadesella. Después vino la comida de unos encuentros que Pérez Aller entiende que son el principal legado de Don Eusebio. Por ello se siente obligado a darles continuidad de aquí en adelante. Hasta la fecha se han celebrado una veintena de ediciones. Algunas se quedaron en el intento por diferentes problemas surgidos en el grupo de personas que se ocupa de su organización. Los de este año no tuvieron la difusión deseada. De hecho, para la comida de confraternización del sábado se habían inscrito menos de medio centenar de personas. «Al final fuimos 87 los que asistimos al milagro de los panes y los peces, porque no sé como, pero Olegario García pudo darnos de comer a todos en su restaurante de La Cerezal de Collera», agradeció Miguel Angel Pérez Aller.

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