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Ángel Batalla, patrón mayor de la cofradía de Llanes, colocando el sello a un besugo. :: g. f. b.
«Los clientes sabrán que tras el pescado hay un sello que respalda su calidad»

«Los clientes sabrán que tras el pescado hay un sello que respalda su calidad»

Hosteleros y comerciantes valoran la nueva marca de pesca impulsada por las cofradías de Bustio, Ribadesella y Llanes

SHEILA VACA

Sábado, 28 de febrero 2015, 00:20

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La puesta en marcha de un sello de calidad de los pescados asturianos, impulsado por las cofradías de Bustio, Llanes y Ribadesella no solo ha calado bien entre el sector pesquero, también en la hostelería y el comercio. Consideran que es un plus para potenciar los productos de nuestra región frente a los que llegan de fuera, tanto de cara a los propios asturianos como a los visitantes que se acercan a nuestra tierra. De esta manera, las personas que adquieran uno de estos productos conocerán al detalle qué es lo que están comprando y podrán compararlo con otras variedades del mismo.

La marca colectiva de 'Pescado de la rula' con artes sanos es el sello que certifica tanto la calidad como el origen de los pescados y mariscos descargados en las rulas asturianas por embarcaciones de pesca artesanal, asociadas a las cofradías adscritas a la marca. Asimismo el producto es autorizado y controlado por la Federación de Cofradías de Pescadores del principado de Asturias como titular del sello. Este distintivo es un proyecto que lleva fraguándose desde hace meses y en el que los impulsores tienen muchas esperanzas. Ahora bien, lo que tienen claro es que los beneficios se verán a largo plazo, una vez que la medida esté asentada y extendida.

Con el tiempo, el turismo gastronómico va ganando terreno en el Principado, y más en particular, en Ribadesella, donde cada vez apuestan más por ensalzar la materia prima local para atraer a visitantes a sus establecimientos. En este sentido, el presidente de la Asociación de Hostelería de Ribadesella, Bruno Lombán, considera que es una «buena medida para demostrar la calidad de las capturas», pero cree que aún es pronto para decir si este ambicioso proyecto servirá para llamar la atención de aquellos curiosos gastrónomos, que movidos por la calidad de los pescados, decidan elegir Ribadesella y la comarca oriental, como destino de sus vacaciones. Lo que sí está claro es que en el ámbito culinario «servirá para consolidar la oferta», subraya.

«Es un incentivo más para que se apueste por el consumo del producto de la tierra», destaca el hostelero. Concretamente en Ribadesella ya existe una especie de etiqueta que identifica al pescado de la rula y que tiene su propio logotipo. «Ahora habrá que ver si una absorbe a la otra o cómo queda la cosa», indica. No obstante para Lombán, la nueva marca ayudará a informar a los clientes sobre la calidad certificada de lo que van a consumir. «La verdad es que cuando alguien llegaba al restaurante y le ofrecías un pescado de calidad, capturado por pesqueros de aquí y subastado en la rula, la única información que justificase eso era la tuya. Vamos, tu palabra, pero ahora hay un sello detrás que respalda que se trata de un producto asturiano y me parece estupendo», añade Bruno.

El pescado y el marisco que se acojan a esta marca deben ser descargados vivos, capturados por embarcaciones asociadas a las cofradías, envasados en fresco, etiquetados de forma individual y subastados en las rulas asturianas, además de cumplir el reglamento creado para el sello y por el resto de la legislación vigente en cada momento. También tienen que haber sido pescados en las zonas pesqueras que comprenden las aguas interiores y exteriores del Cantábrico noroeste, un límite que sólo se ampliará en el caso de pescado azul y especies altamente migratorias como el bonito.

Por su parte, Antonio Sánchez, presidente de la Asociación de empresarios y turismo rural de los Picos de Europa y propietario de una pescadería en Cangas de Onís, considera que la nueva medida impulsada por las cofradías de Bustio, Llanes y Ribadesella «va más encaminada al sector de la hostelería y a mayoristas que a la gente de a pie, aunque a nosotros también nos influye, claro está». «Creo que es un buena medida para conocer nuestros productos de siempre y espero que sea rigurosa y que con el tiempo continúe así, no que una vez que pase el 'boom' , se etiquete pescado que no se corresponde con la marca», advierte.

10 euros más el kilo

Sánchez apuesta firmemente por este sello de calidad. «La gente cada vez demanda más productos de calidad. Aquí en la pescadería casi todo el pescado que entra es de aquí. Suelo ir la rula de Llanes o a cualquier otra cercana a por él, excepto aquellas especies que son difíciles de conseguir», explica.

La nueva etiqueta permitirá diferenciar lo fresco de lo de piscifactoría, algo que se notará en el precio, ya que «en un lenguado de rula puede haber unos 10 euros el kilo de diferencia con otro que no lo es», detalla. En cuanto a la clientela, «hay de todo. La gente que suele venir y muchos restaurantes es porque quiere pescado de aquí, de Lastres o de donde sea, porque la diferencia es importante. Con este sello además, la gente sabe lo que compra al detalle y me parece estupendo», añade.

Estas tres cofradías del Oriente asturiano serán las pioneras en implantar la marca, pero consideran que cuando el sello esté asentado «se sumarán muchas más». Los restaurantes son una buena forma de impulsar este etiquetado. «La gente quiere consumir productos de calidad y los restaurantes deben apostar por ofrecer pescado bueno, capturado directamente en el mar y no de piscifactoría», indicaba el presidente de la cofradía de Ribadesella, Manuel Buenaga.

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